Opinión

Europa, en guerra, ¡otra vez!

De nuevo Europa vive un con-flicto armado desde el silencio cómplice. Será la providencia quien aliente y proteja Ucrania de los males que trae la guerra y el desencuentro llevado a lo más vil de una sociedad civil enfrentada y alimentada por fuerzas contrarias e interesadas.

Quisiera saber dónde está la Comisión Europea a este respecto. ¿Qué hace? ¿Qué piensa hacer? ¿Dónde está mientras arranca una nueva vergüenza como la de Yugoslavia que nos tuvo atentos, pero inmóviles? ¿A qué se dedica entretanto?

El escenario se repite. Grandes intereses chocan y alientan el nacionalismo o la estupidez, -que siempre van de la mano- y ¡pobres de nosotros! Nadie dice nada, ni nada parece moverse, pero ahí están, dándole de nuevo a esa Europa que -a sus adentros- se tiene que estar retorciendo.

Sin duda la diplomacia estará haciendo su trabajo, pero parece que no interesa impedir la lógica ilógica del terror y el odio. ¿A quién beneficia? Siempre a los mismos, a los de siempre. Spinoza dijo aquello de que  "la paz es no la ausencia de la guerra, es una virtud, un estado mental, una disposición en pro de la benevolencia, la confianza, la justicia", -una virtud que nace de la fortaleza del alma-, y creo que, llegados a este punto, bien poco podemos decir de esta Europa y mundo nuestros que dejan que esos cabrones, los de siempre, lleven ese asquerosa ascua a su redil otra vez.