Este año que vuelven las Fiestas, las viviremos con un txistulari menos y una pequeña congoja en el corazón. Súbitamente, la Vida nos robó a un buen hombre que participaba de todo lo nuestro, desde dentro, ‘creando’ el ambiente con su chistu y bailando lo que hiciera falta.De este modo sorpresivo, el domingo nos despertó de la siesta el repentino fallecimiento de Miguel Ángel Úbeda Casas, Mitxel.
Multitudinario ¡adiós!
De repente, se fue en lo mejor de la Vida, con 58 años, un joven empresario de espíritu libre causando una gran consternación en la Ribera, que convirtió en multitudinario su adiós en su inesperado funeral, cálido homenaje póstumo.
¡Echaré mucho de menos esas interminables charradas que echábamos cuando teníamos ocasión!