Deconstruir, según la RAE, es “deshacer analíticamente algo para darle una nueva estructura”. El término fue puesto más de moda que en valor gracias a las revolucionarias ideas gastronómicas de Ferrán Adriá, pero creo que se toma poco en serio las posibilidades que tiene y lo que implica semejante idea.
Para este cocinero, deconstruir consiste en “utilizar y respetar armonías ya concebidas y conocidas, transformando la textura de los ingredientes, así como su forma y temperatura, manteniendo cada ingrediente, para incluso incrementar la intensidad de su sabor”. ¡Casi nada para un plato, pero mucho si se aplicara en otros ámbitos!
Recuerdo hablar de ello alguna tarde distendida con Mario Gaviria, y creo que ese es el camino que nos toca. El punto en el que estamos. No sólo como ciudad, sino como sociedad, como Europa, como mundo. De lo contrario, el planeta se nos agota, se cansa de y por nosotros.
No por cataclismos, hecatombes o colapsos. ¡Eso es más interesado y pesimista que real, aunque lo sea! Debemos ser conscientes de hasta qué punto no tiene sentido este modo de vida colectivo y consumista que nos hemos dado... No sé si me explico.
