El Arzobispado está demostrando una falta de respeto absoluta por el Ayuntamiento de Tudela y la ciudadanía.
No sólo se ha saltado a la torera absolutamente todos los acuerdos alcanzados tiempo atrás, a través de los cuales la Administración pagaba la rehabilitación del Palacio Decanal para archivar y tener agrupados todos los documentos parroquiales de la comarca, que son un legado de la historia y de nuestros antepasados, sino que llevándose a Pamplona indoscriminadamente una parte de estos, ha roto toda voluntad, todo consenso, de forma unilateral.
Sorprende la alegría con la que el Consistorio tudelano está tolerando la tropelía, después de que esta gente nos tenga acostumbrados a, por ejemplo, inmatricular en el Registro de la Propiedad bienes como la catedral de Tudela o El Romero de Cascante, justo después de que desde lo público se inviertan ingentes cantidades en recuperar, rehabilitar y poner en valor algo que es de todos... ¿Ésta es la voluntad de Dios?
Mariano N. Lacarra
Director
