Opinión

Agitar banderas

La demagogia busca siempre enemigos fuera, invocando argumentos patrios y recurriendo a todo tipo de símbolos, para compensar las carencias, tapar las vergüenzas, y unir a propios y extraños para bajar el riesgo de obvia pérdida de legitimidad por incapacidad e ineptitud.

Ahora en Navarra, se está dando un caso similar ya que, como falta materia gris, trabajo y razones convincentes, es más fácil recurrir a la vuelta al Nodo que supone agrupar a todos en torno a la bandera el día 3, que plantear alternativas convincentes más allá de lo de siempre.

En lugar de saber reclamar y frenar engaños como el TAV; las inmatriculaciones; el desenfrenado coste de la AP-15; la falta de agua de calidad; apoyar al emprendedor en lugar de acorralarlo; afrontar las carencias en energía; en Medio Ambiente. En lugar de saber realizar un plan que frene la desertificación de la Ribera, en vez de dejar hacer caja a EDER y entes locales, arrasando nuestros escasos pinares para beneficiar a una empresa; en vez de bajar el IRPF y todos los impuestos, y admitir que no llega para pagar tantos derechos y tan pocas obligaciones, se recurre a lo fácil de “que vienen los vascos y nos hacen pagar más para sus charainadas”, convocándonos en torno a la bandera, tras el rojo estandarte pirenaico, para esconder las incapacidades que nos bloquean desde tiempo inmemorial, en torno a una Gamazada que ya no sirve de nada porque estamos construyendo Europa.

Baroja ya cuestionó éste “Pensamiento Navarro” en los tiempos del periódico del mismo nombre. De eso hace cien años, y seguimos exactamente igual, desgraciadamente.

Mariano Navarro Lacarra

Director