Según una reciente encuesta, una mayoría silenciosa, el 71% de los navarros, quieren que Navarra siga siendo una comunidad propia y diferenciada; el 9% no sabe o no contesta y sólo el 20% quiere la anexión al País Vasco.
Estos resultados tan contundentes, que reflejan una voluntad constante desde la instauración de la democracia en Navarra, han provocado que algunos partidos se apunten ahora, a escasos días de las elecciones, al carro del foralismo y de la defensa del actual estatus diferenciado de la Comunidad Foral.
Pero es hora de aventar y de separar el grano de la paja. Hay partidos que llevan en su ADN la integración-anexión de Navarra (ahora también utilizan la expresión“encuentro” y “federación de territorios forales”) a Euskadi, como EuskalHerria Bildu o PNV-Geroabai. Sí, que no se engañe nadie, los independentistas aparentemente moderados de PNV-GeroaBai también quieren que Navarra deje de ser Navarra. Todos ellos han escondido la ikurriña en estas elecciones y han moderado su vocabulario, pero mantienen las mismas intenciones.
Qué decir de los partidos emergentes que quieren atraer para sí a los descontentos, concentrando en su entorno el cabreo nacional. Podemos ha fagocitado a Izquierda Unida y no para de echar los tejos a Bildu. Quien vote a Podemos, a pesar de su cabreo, tiene que ser consciente de que está votando a un gobierno de Bildu, y con su decisión abre el camino a la desaparición de Navarra y su integración en el País Vasco.
Respecto a Ciudadanos, se trata de un partido catalán que no entiende lo que es y significa Navarra y sus fueros. Quiere eliminar la Hacienda Foral, elemento clave de la singularidad navarra para asimilarnos al resto de España. Promulgan, desde su desconocimiento, que el fuero es un privilegio, ignorando que realmente se trata de un derecho recogido en la Constitución que afianza nuestra pertenencia a España y la solidaridad con todos sus territorios.
Hay otros partidos que toman sus decisiones en Madrid, con lo que ello conlleva. Aventemos, como decía, y podremos discernir quienes verdaderamente sienten la foralidad de Navarra y quienes utilizan su repentino foralismo por conveniencia electoral. La garantía y la estabilidad para esta tierra sólo tienen un camino, el resto, al aventar, es paja que se lleva el viento.
Mariano Herrero Ibáñez
Alcalde de Monteagudo