Opinión

Recorte subvenciones

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Como ciudadana tudelana, haciéndome eco de las últimas noticias, quería dar las gracias y la enhorabuena al Ayuntamiento de Tudela por tomar la acertada decisión de recortar las subvenciones a la Tauromaquia y sumarse a lo que muchas localidades españolas ya han puesto en marcha. Pudiéndonos incluso encontrar con ciudades que directamente han sustituido las corridas de toros por otros actos más tolerantes, más divertidos y más económicos (sin tener que renunciar a las txarangas, la juerga, la merienda o ‘la bajada’).

Si se quiere y se tienen ganas, se puede hacer lo que uno desee. Sólo hace falta un poco de imaginación y no tenerle miedo a los cambios.

Varias son las razones por las que muchas personas apoyamos y recibimos con cariño esta decisión. La primera porque en la sociedad cada vez hay más conciencia y más sensibilidad contra el maltrato animal, máxime si éste no responde a ningún tipo de necesidad vital y se hace por festejo y diversión.

Anteriormente había mucha escasez de información y muchos desconocían la cruel realidad, el nivel de castigo y el largo sufrimiento al que se somete al animal.

Es por ello, que creo que es muy objetivo decir, que la tauromaquia va en decadencia y año tras año, tiene menos afluencia.

"No es entendible que se pueda dar dinero a la Tauromaquia anteponiéndolo a otras necesidades"

La segunda, porque en tiempos de precariedad económica, no es entendible que se pueda dar dinero a un negocio como la Tauromaquia, poniéndolo como prioridad ante otras necesidades sociales existentes en este momento.

Algunos dirán que ‘hay cosas más importantes en las que pensar’ y, viéndolo así, se trata precisamente de eso, de destinar ese dinero a ‘esas cosas y asuntos más importantes’, como son la educación, la sanidad y los fines sociales.

Lógicamente, cada tema o debate tiene su momento. Y este es ahora, directamente, el tema a tratar: la tauromaquia. Aunque parece ser, (y perdón por la ironía) que cuando no interesa o no hay argumentos sólidos para defender algo, lo mejor es desviarnos del tema o incluso comparar el maltrato animal con el ‘hambre en el mundo’. Por suerte para algunos, una cosa no quita a la otra y, suele coincidir, que quienes nos volcamos con estos temas, solemos implicarnos y tenemos la suficiente capacidad para hacerlo también en el resto de injusticias y problemas sociales.

A todo esto podemos sumarle, que pocos somos los autónomos a los que se nos subvencione para que nuestro humilde negocio funcione. Con lo cual, aún me resulta más injusto e indignante.

Soy consciente de que habrá gente que no se muestre conforme con esta medida, pero las críticas se pasarán. Sin embargo, los cambios serán, a corto plazo, muy favorables y se les tendrá que dar las gracias.

No obstante si, tal y como dicen algunos taurinos, el mundo de los toros está vivo y las plazas se llenan, no les deberían preocupar estos recortes ya que podrá subsistir por sí solo.

Y por último, y no menos importante, decir que para los que defendemos la NO-violencia, pensamos que el maltrato animal nunca debería de considerarse arte o  despertar un interés cultural. Para acabar con la violencia de cualquier clase hay que empezar por las raíces.

Pensamos también, que porque algo lleve por delante la palabra ‘tradición’ no lo hace inamovible, ni mucho menos significa que sea ético ni moral.

Ahora sólo pedimos que se siga evolucionando en estos aspectos y que, a quienes luchamos por las buenas causas, se nos siga dejando trabajar y se dé valor a lo que hacemos.

María Pinilla Oyón

#LosAnimalesdeRadagast