Opinión

El verdadero sentido de la Navidad

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La Navidad es una fecha en la que todo entra por el corazón y nos hace estar más sensibles. Afloran recuerdos, tradiciones, ganas de obrar mejor, de ayudar al prójimo, de perdonar y de mirar con el corazón.

En estas fechas encuentros amistosos y familiares se hacen presentes, abundan las felicitaciones, abrazos, deseos y recuerdos de los seres que ya no están.

Intentamos aplicar valores humanos que tenemos olvidados el resto del año.

Sin embargo, ¿qué sentido le damos? Para empezar deberíamos procurar una convivencia basada en la igualdad, que nadie sea más que nadie y que todas las familias tengan lo necesario para vivir con dignidad.

Y después, procurar ese sentido navideño en la unión familiar. Se educa a los hijos en la abundancia de regalos y caprichos y no en la convivencia y el amor; los niños se meten en sus regalos porque sus padres están muy ocupados en sus “cosas y conversaciones de mayores”.

Los padres creen mantener una vida perfecta porque lo tienen todo, todo menos tiempo para estar con sus hijos. ¿De qué les sirve tener “tanto” si luego tienen que trabajar los dos para mantener ese “tanto” y se pierden ver crecer y disfrutar a sus hijos y educarlos para un crecimiento puro y con amor?

Propongo, como propósito de esta Navidad y para el resto del año, construir verdaderas familias, amistades, compañeros/as… y compartir el tiempo con ellos. Vamos a empezar ya y comprobaremos el cambio.

Tengamos encendida la llama de la esperanza.

¡Feliz Navidad!

Mª José García Magaña

Tudelana