La vuelta al colegio nos plantea una serie de incertidumbres, sabemos que el riesgo cero no existe y se está trabajando en tomar todas las medidas de prevención posibles, siendo fundamental el lavado de manos con agua y jabón, el uso de gel hidroalcohólico y el uso de mascarilla, sobre todo en un espacio cerrado, donde el riesgo de contagio se multiplica exponencialmente.
En la medida de los posible hay que usar los lugares abiertos disponibles para almorzar, recreos, periodo durante el cual se pueden ventilar las clases y aprovechar para desinfectar superficies. Los servicios de limpieza deben reforzarse para poder limpiar las zonas de uso más frecuente. La distancia social de 1,5 metros es una responsabilidad de todos, en recreos, clases, baños, autobús, tutorías, reuniones. La norma aprobada en el Parlamento para cribado de profesorado y alumnos debería realizarse cuanto antes, la primera foto para la prevención de brotes es fundamental y todos aquellos que van a estar durante horas compartiendo espacios cerrados deberían tener una PCR hecha, por supuesto que la foto puede cambiar y se pueden contagiar más adelante, pero en mi opinión como medico de familia la prevención al inicio debe primar, por lo que teniendo los medios técnicos y profesionales disponibles y preparados el cribado no puede esperar.
