Opinión

Ruido

Si algo distingue a los tiempos de fiesta es el ruido naturalmente.

La música callejera en Carnavales, los tambores en Semana Santa, las charangas en Fiestas de Santa Ana y las zambombas en la Navidad. Todo esto los tudelanos lo sabemos y lo interpretamos a las mil maravillas.

Pero está claro que en lo concerniente a la Cultura Patrimonial no debemos hacer mucho ruido bien sea por desconocimiento, por desidia, por falta de interés y no es de extrañar a la vista del caso que nos hacen a nuestras propuestas tanto locales como foráneos.

Llega por tanto el tiempo de Navidad y es el momento de hacer balances y peticiones para el Año Nuevo. Y me surge la duda de para qué?

No es la primera vez que denuncio que los proyectos de salvaguarda de nuestro patrimonio tudelano nunca se ejecutan en su totalidad. No hay más que tirar de hemeroteca para contabilizar todos los flecos que se van quedando en el camino, cosa normal en unos gobiernos que no les importa el patrimonio tudelano, máxime cuando se dan cuenta que desde Tudela tampoco nadie persigue el cumplimiento del proyecto y exige responsabilidades.

Por no aburrirles veamos el último de ellos: Se consigue restaurar la Puerta del Juicio de la catedral de Tudela, para ello se consignan distintas partidas económicas y queda una última cantidad nada despreciable, para realizar el escaneo de la puerta, un libro detallando las intervenciones realizadas y posibles elementos publicitarios.

Cambio de gobierno y todo queda en agua de borrajas, pero entonces hay que preguntarse a que se ha dedicado esa partida económica. Ha pasado lo mismo que en la intervención del Claustro? Y con la restauración de la Magdalena, su puerta y retablo? Sigan mirando los periódicos porque todas estas propuestas estaban plasmadas en documentos que se presentaron al Parlamento de Navarra por los titulares de Cultura.

Nos remiten a la Ley de Mecenazgo, es decir al siglo XVIII donde las aportaciones procedían del Marqués/a de turno o de algún acaudalado ciudadano que quería medrar.

No puedo estar de acuerdo con esta Ley en el caso de Patrimonio, porque no es propietario el ciudadano del mismo. Por tanto a quien le compete sufragar su mantenimiento es en primer lugar al Gobierno y en su caso a la Iglesia. Y a nuestro Ayuntamiento le pediría que no deje de “incordiar” en Pamplona, mañana, tarde y noche.

Que tengamos suerte, que seamos responsables y podemos disfrutar de esta vida sin complejos. Un emotivo recuerdo para todos los que nos han precedido de forma tan brusca, dejándonos un recuerdo imborrable y huérfanos de su sabiduría

Feliz Navidad y mucha Salud.