Opinión

Flecos de un viaje

MG_8489.jpg

Es inevitable escribir sobre la gratísima experiencia de la que he disfrutado acompañando a Blanca y Diego en la presentación de su libro “La Puerta del Juicio” en el Instituto Cervantes de París.

Vaya por delante mi enhorabuena a los autores que han conseguido un éxito incontestable con un libro de divulgación, realizado con un gran rigor, filtrado por expertos en arte, documentado con nuestros más brillantes historiadores, la lista es interminable, entre los que se encuentra Marisa Melero Moneo, cuya tesis doctoral sobre la catedral tudelana es de obligada consulta.

Este viaje es un final de etapa después de tres años de trabajo entusiasta y otros tres años de recorrer colegios, museos, universidades de toda España dando a conocer nuestro patrimonio tudelano, denunciando su estado, defendiendo su restauración, disfrutando con sus catequesis, divulgando con mayúsculas a la ciudad de Tudela, por su hospitalidad, por su gastronomía, por su paisaje, por sus gentes, con un cariño y un entusiasmo que estimo son merecedores de este premio en París y todo lo que está por llegar.

Todo un ejemplo en definitiva de cómo hacer bien las cosas, que tiene que servir como orientación a nuestros dirigentes para que de este “fleco” tiren del hilo y sientan que tienen gente muy válida a sus espaldas, con una gran preparación, incansables en su trabajo, jóvenes de espíritu, con ganas de renovarse y a los que solo les falta un apoyo decidido y convencido de nuestras instituciones forales y municipales, civiles y religiosas. En definitiva trabajar en equipo para y por la ciudadanía.

Hay quien me ha preguntado si merece la pena llegar hasta París para presentar un libro de estas características y le respondo que no solo merece la pena sino que es una obligación, que se traducirá en cultura, en turismo, en economía, en sinergias de trabajo. Como he comentado esta es una etapa más de las muchas que faltan por recorrer.

Y para los más escépticos y sabedor de que a los autores no les hace ni pizca de gracia que lo comente, este trabajo ha sido realizado de forma totalmente altruista desde sus inicios, todos los viajes, más de trece desplazamientos hasta ahora incluido este a París, han sido costeados “a escote” tanto ellos como sus acompañantes. Más generosidad por su parte no existe y más admiración por la nuestra puede mejorarse.

Finalmente mostrar nuestro agradecimiento a todas las personas que han hecho posible este sueño, especialmente a José María Oliver e Inmaculada Alegría, y pedir disculpas a todos los que me olvido pero que estarán en nuestro recuerdo.