Opinión

Fin de curso

Efectivamente, ha llegado el fin de curso y el de la legislatura municipal y foral, con grandes cambios, aparentemente. Nos vamos a tener que habituar a caras y talantes diferentes, de los que estábamos acostumbrados. Y esto tiene que ser bueno, porque nos va a obligar a dialogar entre todos y a escucharnos.

Estos nuevos tiempos hay que aprovecharlos, para realizar planteamientos que nos lleven a situar la cultura lo más cerca posible del ciudadano. Como bien dice el musicólogo Ramón Andrés, recientemente premiado: “Si fuera a pedir algo, pedir, desde el respeto, a nuestras autoridades, no sería otra cosa que ayuda, en la medida de lo posible, a todos cuantos nos hallamos en condiciones más o menos precarias a causa de haber decidido tomar el difícil camino del conocimiento y el saber, nunca, nunca entendidos estos valores como un patrimonio para el disfrute personal y narcisista, sino, bien al contrario, concebidos como elementos transmisores, tan necesarios para la conformación de una sociedad más reflexiva y serena, mas adulta, menos especuladora”.

Como digo esta oportunidad no la podemos perder, quedándonos paralizados, sin otorgar un voto de confianza a los recién nombrados. Pero permítanme que desde el primer minuto, les pida coherencia, tomárselo en serio, dedicarse a ello con plenitud, etc. Los resultados vendrán, llegarán y serán jueces del buen o mal hacer de nuestras autoridades.

Por nuestra parte, ofrecerles toda la ayuda que estimen necesaria, la cultura con mayúsculas y minúsculas se lo merece y nuestros conciudadanos también.

Hay todo un verano por delante para pensar; a disfrutarlo y a preparar la vuelta al cole con las ideas claras.