Opinión

Agua para nuestro futuro

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El acuerdo programático para el cuartipatito al respecto de la II fase del Canal de Navarra dice “no plantear actuaciones estratégicas futuras sin estudios que analicen la vertiente económica, social y medioambiental del proyecto”. En cristiano… paralización total. Mientras no mueven ni un pelo en pro del Canal, van a dedicar tiempo y esfuerzo en levantar todas las alfombras del Gobierno de Navarra para ver si encuentran una mota de polvo que pueda enturbiar el agua del Canal o por lo menos para poder agarrarse a una justificación para defender la paralización.

Van a parar la mayor apuesta de crecimiento para la Ribera, apuesta planificada, diseñada, presupuestada y convenida con el Gobierno de España. Paralizan el futuro de la Ribera en base a una política, liderada por Bildu, de oposición a todo lo que signifique progreso para Navarra con un argumento simplista, el económico.

La Ribera necesita agua para su futuro y eso no tiene precio. Ese argumento economicista me trae a la memoria, con mucha pena por cierto, el debate que se creó sobre la necesidad o no de un Hospital para la Ribera. ¿Se acuerdan?

Hubo una gran oposición a la implantación del Hospital Reina Sofía de Tudela, motivada por ser una inversión inasumible para todos los navarros y qué decir del sobrecoste anual que iba a suponer el mantenimiento del mismo y la alternativa a la inviabilidad era poner un servicio de ambulancias. ¿Cuánto costaría hoy hacer el Hospital? ¿150 millones? ¿Cuál es el coste de mantenimiento? ¿20, 30 millones? ¿Cómo un servicio público imprescindible, como es el agua, lo pueden plantear como un gasto en vez de como una inversión irrenunciable?

Todos los españoles y los navarros “los riberos también” hemos invertido 750 millones en el pantano de Itoiz y Canal de Navarra, pero ahora que tenemos que invertir 213 millones en la Ribera… lo paramos. ¡Qué casualidad! Y encima lo paran sin tener la más remota idea de qué alternativa plantear.

Solo les ha faltado decir que estuviéramos tranquilos, que se puede crear un servicio de camiones cisternas que además  generaría empleo (chóferes, talleres de mantenimiento). Desde Pamplona se controla todos los hectómetros cúbicos de agua que son de la Ribera y nos los mandan, en función de lo que crean necesario, en esos camiones cisternas.

En fin… y por no calentarme más y terminar esta humilde opinión quiero reiterar:  Si realizar una inversión en el Hospital Reina Sofía brutal con un coste de mantenimiento anual millonario es viable para salvar vidas, ¿cómo pueden cuestionar la inversión del Canal de Navarra? El agua es vida. ¿Cómo vamos a generar más vida sin agua?

Luis Casado Oliver

Parlamentario Foral