Opinión

Respuesta a ‘¿De quién son los conejos?’

La Junta de la Merindad de Tudela de la Unión de Agricultores y Ganaderos de Navarra (UAGN) quiere hacer pública su indignación y total disconformidad con los contenidos vertidos en un articulo de opinión publicado el pasado 15 de marzo en Plaza Nueva bajo el titulo ‘¿De quién son los conejos?’.

Obviamente, no es una pretensión prioritaria de los agricultores y ganaderos de la Ribera abrir un debate ni polemizar sobre la propiedad de los conejos silvestres, y por ende, de toda la fauna cinegética. Nosotros no sabemos de quién son los conejos silvestres pero sí sabemos que se han convertido en un auténtico problema en muchos pueblos de nuestra Ribera, provocando graves daños en muchos de nuestros cultivos que originan inasumibles pérdidas económicas. Y aunque no sabemos de quién son los conejos, sí sabemos que la responsabilidad de la prevención y el control de los daños corresponden a Medio Ambiente, los cazadores de los respectivos cotos de caza y los Ayuntamientos.

Sr. Navarro, créanos que los agricultores no responsabilizamos de ello a nadie; únicamente demandamos que los responsables de los daños ocasionados por la fauna silvestre cinegética indemnicen a los damnificados y se coordinen para prevenirlos en el futuro; superando la grave inseguridad jurídica en que ahora nos encontramos para demandar daños y perjuicios.

Y un punto y aparte requiere su gratuita afirmación “unas siembras que sólo se mantienen para cobrar la PAC, porque apenas producen”. Es cierto que nos gustaría que las producciones de nuestros secanos fueran análogas a las de centro Europa pero, mire Vd., la calidad y el prestigio de nuestras frutas y hortalizas en nada envidia a ninguna otra. Y créanos también que los agricultores y ganaderos no cultivamos únicamente para cobrar las ayudas de la PAC. Sembramos y cultivamos para garantizar el abastecimiento de alimentos sanos, de calidad y a precios muy accesibles al consumidor; para abastecer a la industria agroalimentaria generadora de puestos de trabajo; para dinamizar la economía y generar riqueza en nuestros pueblos; para evitar la desertización de las zonas más áridas y para que, incluso los que como Vd. no reconocen la labor multifuncional de los agricultores y los ganaderos, puedan disfrutar de las privilegiadas condiciones medioambientales que disfrutamos en nuestra Ribera.

Más que como reproche, nos gustaría que esta carta fuera un grano de arena en esa ardua tarea para poner en valor ante la sociedad nuestra actividad como agricultores y ganaderos.

UAGN