Opinión

La política que puede salvar vidas: Prevención del suicidio

10 de septiembre, Día mundial de la Prevención del Suicidio, día para visibilizar y reivindicar una realidad que no conoce fronteras ni guetos, que trasciende géneros, edades, niveles económicos, profesiones… Los suicidios siguen y siguen aumentando. En el año 2022, en España oficialmente ya son 4.097 suicidios  consumados y se calcula que hubo entre 80.000 y 100.000 tentativas. En Navarra han sido 60 suicidios. Respecto al sector de infancia y juventud, según el Negociado de Asesoría y Convivencia del Departamento de Educación del Gobierno de Navarra, el número de casos atendidos por conductas de suicidio en este curso pasado ha sido de 179 frente a 77 casos en el año anterior, siendo la problemática más numerosa de todas las que trabajan. 

La prevención del suicidio es una necesidad urgente del conjunto de la sociedad. Debemos aprender cómo prevenir y no actuar solo en situaciones de crisis. También educarnos sobre sus señales de alarma, sobre cómo actuar y cómo acompañar. Esto puede marcar la diferencia para quien está pasando por momentos difíciles. Pero debe haber un Plan que permita y potencie la implicación social además de la profesional.  

¿Cuándo las y los políticos plantarán cara de una vez a esta situación y atenderán la absoluta necesidad de crear un Plan Nacional de Prevención del Suicidio para reducir sus cifras? Lo marca la Organización Mundial de la Salud, y así lo urgimos todas las personas, familias y entornos que estamos viviendo situaciones de sufrimiento relacionadas con riesgos de suicidio o suicidio consumado.  

En nuestra Comunidad existe la Comisión Interinstitucional de Coordinación para la Prevención y Atención a Conductas de Suicidio de Gobierno Foral de Navarra (NAPRESUI). En esta recién terminada legislatura ha experimentado un importante avance, auspiciada por la apuesta firme e incluso innovadora del anterior Director General de Salud, Carlos Artundo. Ahora nos encontramos con un cambio de gobierno y por tanto de renovación de altos cargos. Esperamos de corazón y les pedimos que este impulso que se le ha dado no se ralentice. Que realmente compartan la visión de que la Prevención del Suicidio debe ser un objetivo prioritario que salve obstáculos administrativos y de otras índoles. Objetivo al que aún hay que destinar más recursos económicos, materiales y humanos e incluso que llegue a ser “osado” en metas y diseño de programas-actuaciones. Porque se pueden salvar más vidas, porque podemos ayudar más en el sufrimiento, porque cada suicidio es una tragedia no solo familiar sino de toda la sociedad. 

Carmen Uharte Carrión y Elena Aisa Lusar
Integrantes de la asociación Besarkada-Abrazo