Opinión

Los Pinares de Lerín en peligro

Invitado por personas de Lerín amantes del medio ambiente y de su pueblo, he visitado recientemente los Pinares de Lerín sobre los que pende la amenaza de talas importantes.

Lerín cuenta con 700 ha de pinares (Pino Alepo-Carrasco) en suelos pobres con alto contenido en yeso y materia arcillosos. Esta especie forestal es muy resistente a la aridez, por lo que es apropiada para prevenir la erosión de los suelos, aportándoles materia orgánica. Soporta muy bien altas temperaturas y sequías prolongadas, por lo que puede vivir en zonas cálidas de clima mediterráneo, con precipitaciones escasas pero irregulares y torrenciales. Por tanto, las actuales plantaciones en la zona de los Pinares de Lerín de pino Alepo-Carrasco, justifican plenamente su función ambiental.

Ahora el Ayuntamiento de Lerín ha decidido realizar una importante entresaca de más 10.000 ejemplares adultos y jóvenes, de un diámetro entre 18 y 30 cms. La justificación de las talas la fundamentan en que con ello se regeneraría la plantación. A veces las explicaciones técnicas y ambientales, encierran otros intereses económicos no declarados y puede que en este caso vayan por ahí las cosas. Por otra parte, una decisión de este tipo, obligatoriamente debería conllevar una información exhaustiva a la ciudadanía mayor que la realizada hasta ahora, desde el punto de vista ambiental, social y económico, que permitiría que se pudiera participar con otros puntos de vista. 

Los primeros clareos ya marcados se realizarían sobre pinos adultos de unos 70 años (pueden vivir hasta los 250), en zonas donde anteriormente ya se llevaron a cabo talas semejantes. Además, penetra la luz en su interior y el suelo alberga una gran diversidad biológica. Lo que resulta contradictorio es que en otras plantaciones cercanas más jóvenes, que están pidiendo a gritos el clareo para su desarrollo, no se ha programado intervenir con la urgencia de los adultos. Una importante zona de los Pinares de Lerín está protegida por la Red Natura 2000 y el conjunto es un enclave natural protegido asimilable a Monumento Natural.

Algo preocupante es que el manejo de las talas se realizaría con maquinaria industrial, nada respetuosas con los suelos frágiles. Se abrirían calles cada 15 metros para la penetración de las máquinas, realizar las talas y el arrastre de los pinos. Esto afectaría gravemente a esos suelos tan frágiles y que ha costado tantos años recuperar. He visto realizar esas labores con mulas en pinares de Soria, con un cuidado exquisito en no dañar el suelo, ni a otros ejemplares con la caída de los árboles talados. Puede ocurrir que fuertes vientos pudieran provocar la caída de árboles adultos en las áreas del clareo, ya que al quedar aislados no se protegen entre ellos con apoyos en sus copas.

Así mismo esos pinos adultos y de buen porte, de más de 10 metros de altura, que además de proteger el suelo, enfrían la atmósfera, dar cobijo a otras especies vegetales y animales, realizar una función recreativa, social, deportiva y turística, son captadores y acumuladores hídricos y realizan la función de sumidero de gases causantes del calentamiento global. El Pino Alepo-Carrasco es el árbol que mejor realiza esa función. Un estudio elaborado por la Universidad de Sevilla, un pino Alepo-Carrasco maduro puede absorber cerca de 50 toneladas de CO2 en un año. Esto supone que un solo ejemplar absorbe el equivalente a la emisión de casi 30 automóviles, de tamaño medio y que recorran aproximadamente 10.000 kilómetros cada 12 meses. 

Todas las masas arboladas necesitan ser gestionadas adecuadamente, pero nunca debería primar el aprovechamiento forestal, o sea el lucro, por encima de la sostenibilidad ambiental. Los arbolados de coníferas no deberían ser solamente una huerta donde se producen pinos como si fueran lechugas. Algunos Ayuntamientos deficitarios se financian por este medio. 

El Gobierno de Navarra para prevenir y reducir impactos en el medio ambiente, aprobó hace dos meses un proyecto de Ley Foral reguladora de actividades con incidencia ambiental. El objeto del proyecto de la Ley es prevenir y reducir el impacto ambiental sobre la atmósfera, el agua, el suelo, el paisaje y el medio natural... Sin duda, las talas en los Pinares de Lerín entran dentro esa protección, por lo que es exigible, tanto al departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente como al Ayuntamiento de Lerín que desistan en sus pretensiones. 

¿Pero, después de la Conferencia sobre el Cambio Climático COP25 celebrada recientemente en Madrid, nos podemos permitir eliminar de un plumazo un importante número de árboles que cumplen una valiosa función ambiental? Está claro que no...

En este momento crucial para el Planeta Tierra debido al Calentamiento Global -y para todas las especies que la habitamos- la política de aprovechamientos forestales de los montes, tanto privados como públicos que desarrolla Medio Ambiente debería revisarse. El rendimiento económico debería pasar a un segundo plano y primar el ambiental. Actualmente se permiten las talas y entresacas de ejemplares adultos esperando que se renueven naturalmente. En el caso de los Montes de Lerín, talar un pino de 70 años esperando a que naturalmente sea reemplazado por otro ejemplar que le costará otros 70 años hacerse adulto, no es sostenible. Esto tenía sentido hace 50 años, cuando la Emergencia Climática no era una preocupante realidad, pero no ahora, porque el tiempo de aportar soluciones entre todos se está acabando. Necesitamos los árboles imperiosamente para que sigan haciendo de sumidero de gases de efecto invernadero y mantengan los ecosistemas. Esto también lo contempla la Ley Foral de Cambio Climático próxima a aprobarse.

Recientemente, la Consejera de Desarrollo Rural y Medio Ambiente aseguró que "el cambio climático es uno de los grandes retos ambientales a los que se enfrenta la humanidad y combatirlo es una tarea urgente de todos", por tanto, también del Gobierno de Navarra y del Ayuntamiento de Lerín.  También destacó que "las instituciones locales representan importantes motores en la lucha contra el cambio climático" y explicó que al Pacto de las Alcaldías por el Clima y la Energía de Navarra se han adherido 73 ayuntamientos. Este pacto tiene entre otros objetivos reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Invito al Ayuntamiento de Lerín a que se sume a ese movimiento municipalista y a que desista de realizar algunas de talas programadas en los Pinares de Lerín. 

Juan del Barrio
Miembro del Consejo Navarro de Medio Ambiente