Opinión

Pedaleando por la Ribera

La era del Covid-19 nos ha traído una realidad insoslayable: necesitamos respirar un aire más puro porque la contaminación, simple y llanamente, mata. Cada año, más de 30.000 personas mueren en nuestro país por la mala calidad del aire. Además, unos pulmones dañados por la contaminación se defienden peor ante posibles virus, como el Covid-19.

Según el informe de Ecologistas en Acción de 2019, la mitad de la población Navarra respira aire cuya contaminación supera las recomendaciones de la OMS. Este aire contaminado, por supuesto, daña los bosques y cultivos. Nadie se plantea comer alimentos en mal estado o beber agua contaminada; entonces…¿por qué somos tan permisivos con el aire que respiramos dieciséis veces por minuto? No somos conscientes de que nos enfrentamos, como dice la propia OMS, a un asesino silencioso e implacable.

¿Qué estamos haciendo en la Ribera para mejorar la calidad del aire que respiramos? Como nos consta que entre el 35-40% de la contaminación en las ciudades proviene de los vehículos motorizados, asociaciones como Recicleta Ribera (Tudela) y Biciclistas de Corella estamos lanzando campañas y planteando a nuestros consistorios medidas para reducir y pacificar el tráfico motorizado, descarbonizar los entornos escolares, conectar la red de carriles-bici, peatonalizar plazas, etc. Además, hemos hecho comparativas de desplazamientos a pie, en bici y coche por Tudela y Corella y la bicicleta, además de no contaminar, no hacer ruido y apenas ocupar espacio, es casi tan rápida como los coches porque no sufre atascos, consigue ir de puerta a puerta y se aparca siempre en el lugar de destino. El resto de pueblos de la Ribera (muchos de ellos ya muy biciclistas) también son ideales para la bici porque apenas hay tráfico pesado, cuentan con variantes o los atraviesan carreteras secundarias y las distancias son cortas y perfectamente ciclables.

La Ribera está cambiando… ¿te animas también?