Opinión

La postcampaña por la Corona

La postcampaña por la Corona

Después del sobresalto de las elecciones, Navarra vuelve a dar la sorpresa. La fórmula de Navarra Suma ha conseguido dar el vuelco al tablero en la comunidad foral pasando de 15 escaños a según los últimos recuentos, a 20 escaños (que se les resta a Bildu). La “Reconquista” de la derecha parece ser que no ha venido por la temida “ultraderecha” de Vox, sino más bien gracias a los viejos conocidos de UPN, aliados esta vez con Ciudadanos y el Partido Popular. De facto, la brutal caída de Podemos (de 7 a 2 escaños) y de Izquierda Ezkerra (2 a 1) ha hecho que el eje del debate vuelva a posicionarse en torno a la tradicional cruzada contra el “separatismo vasco”, cobrando aún más fuerza tras las elecciones.

Y es que la campaña no ha terminado. Ahora toca la post-campaña que condicionará los pactos en Navarra, que una vez más se convierte en cuestión de Estado. El “Sánchez-propulsado” PSN de Chivite ha conseguido una buenísima posición que hace 4 años era difícil de imaginar (al lograr sus 11 escaños como primera fuerza de izquierdas, frente a los 7 de 2015), pero que al mismo tiempo se torna cuanto menos bochornosa cuando se tiene que enfrentar al mismo dilema de Ada Colau en Barcelona: o bien pactar con la derecha constitucionalista, o bien pactar con la izquierda y el nacionalismo vasco, haciendo malabares para no incluir a Bildu.

El resultado de las negociaciones será decisivo. La supervivencia de la derecha en Navarra depende ahora en gran medida de su capacidad para llegar a acuerdos, pues pese a haber sido la lista más votada (124.336 votos), no deja de estar muy debilitada (en las elecciones de 2011 previas a las del cuatripartito, solamente UPN obtuvo una cifra muy similar), mientras que el nacionalismo vasco y la izquierda parecen estar progresivamente dando pasos. Algunos datos: el voto con representación de toda la derecha navarra agrupaba en 2011 el 41,77%; por su lado el bloque del nacionalismo vasco y de izquierdas era del 50,25% (28,69% nacionalista y el de izquierda 21,56%). Actualmente es un 36,19% los primeros, en tanto que los segundos son un 60,31% (31,97% y 28,34% respectivamente).

En definitiva, las últimas elecciones forales nos han evidenciado que sigue existiendo una derecha que lucha por sobrevivir y que tiene capacidad para condicionar y ser política de gobierno en Navarra. No obstante, el avance de la cada vez más patente hegemonía social de la izquierda sigue siendo muy notable, aunque esta vez la gracias a la bendición de Madrid la Corona para designar al rey (o reina) del norte esté en manos de la ambivalencia del PSN. El tiempo dirá qué hechizos comunicativos condicionarán su designación. 

Christian Periquet
Politólogo por la UCM y Máster en Comunicación Política por la UAB