Opinión

La inminente y catastrófica construcción de la macrogranja de 8.000 tocinos de Biel

Carta abierta del Alcalde de El Frago a Javier Lambán Montañés, Presidente del Gobierno de Aragón y Secretario General del PSOE en Aragón. 

Estimado Señor Presidente: me dirijo a usted por escrito, dada la complejidad, mejor imposibilidad, de poder mantener una reunión con usted. Hace varias semanas que la vengo solicitando por varios medios y maneras, y solo me llegan negativas. 

El motivo principal de esta carta es manifestarle mi malestar por no haber tramitado una petición que presenté hace unos meses. Como usted recordará, solicité al Grupo Socialista de las Cortes de Aragón una comparecencia ciudadana para tratar un tema de vital importancia para El Frago: el proyecto de una macrogranja que nos dejará sin agua de boca y nos hará desaparecer del mapa. 

Al parecer, sus problemas de agenda impiden que usted y yo nos veamos las caras, a pesar de que los dos residimos en las Cinco Villas en pueblos cercanos. ¿A qué se debe su negativa a recibirme en estos momentos? ¿A qué se debe este cambio de relaciones del Presidente con el Alcalde de El Frago? Yo tengo mi propia interpretación. Como diría algún castizo aragonés, quizá porque los pueblos pequeños de Aragón “pintamos menos que pichorras en Pastriz”. ¿Acaso no merecemos diez minutos de su tiempo para expresarle nuestra preocupación acerca de un proyecto que se pretende establecer aguas arriba del río Arba y que mataría a El Frago, un pueblo con muchos siglos de historia? Como usted sabe, en estos momentos estamos en época de crecimiento: ya somos 139 vecinos y tengo el honor de representarlos como alcalde socialista. Le recuerdo que soy el primer alcalde socialista en democracia en este pueblo. A lo mejor debería dedicarme al sector porcino para que usted me recibiera. 

Me dirijo a usted, como compañero socialista y como alcalde socialista aragonés. Comenzaré por decirle que suscribo a pie juntillas la teoría de que el socialismo y su filosofía tienden a construir una sociedad basada en la igualdad, la equidad económica, la iniciativa personal, la cooperación moral de un individuo, eliminando las compensaciones estratificadas por esfuerzo, promoviendo estructuras políticas y económicas de distribución. No lo digo yo, lo dice Marx y en esa dirección hemos de caminar. A veces, siento que, por una cosa u otra, no estamos construyendo la sociedad como marcan nuestros ideales. 

Tres años de socialismo en El Frago han dado para mucho. Se ha triplicado la población. Se ha reabierto la escuela que llevaba 32 años cerrada. Estamos en el Proyecto Arraigo para promover la repoblación rural. Entre los vecinos han arreglado dos viviendas para acoger a dos familias de refugiados ucranianos. Y esperamos más. Se han abierto negocios de emprendimiento privado y, entre todos, estamos construyendo una sociedad más justa y equitativa. 

Lo digo alto y claro, y con gran orgullo. Hemos conseguido hacer muchas de estas cosas y otras gracias al apoyo de compañeros socialistas como Teresa Ladrero, Alfredo Zaldívar, Felipe Faci, consejero de educación e Isabel Arbués, directora de educación, cuyas actuaciones fueron decisivas a la hora de reabrir la escuela. Cito a unos pocos que me llegan a bote pronto, pero sé que injustamente me dejo en el tintero a muchos siempre dispuestos a echar una mano. Recuerdo que, cuando comenzamos estos proyectos, nos llamaban utópicos, que no los conseguiríamos, pero el partido en el que milito y muchos compañeros nos apoyan y empujan están haciendo posible una nueva dimensión solidaria en mi pueblo. 

Bien, pues dicho esto, retomo el motivo de mi carta y mi súplica: poder reunirme con usted para dar una salida justa al gran problema que nos amenaza como pueblo. 

Un empresario, con pocos escrúpulos, pretende construir una macrogranja de 8000 lechones en el término municipal de Biel, a 9 km de El Frago, aguas arriba del río Arba, como ya he dicho antes. Esta nueva macrogranja se suma a otra del mismo empresario, ya existente, a 4kms de Biel, en el barranco de Cervera, cuyas aguas desembocan en el Arba al llegar a El Frago. Allí tiene 3740 cerdas madres. Cada madre cría un mínimo de 15 lechones. En total, sumando las dos macrogranjas, tendremos 64100 cerdos, en un espacio privilegiado, a las puertas del Pirineo Aragonés, en medio del espacio protegido de la Sierra de Santo Domingo, a la que hace pocos meses le otorgaron la Carta Europea de Turismo Sostenible. Y yo le pregunto: ¿qué sostenibilidad dan 64100 cerdos y todas las afecciones que provocan, tales como, purines, contaminación de acuíferos? Aquí uso datos de la Confederación hidrográfica del Ebro (CHE): dos de cada tres acuíferos acaban siendo contaminados por este tipo de explotaciones granjeras. 

En el caso concreto de que afecta al agua potable de El Frago, situada en el término municipal de Biel, para funcionar, necesita captar 28552 metros cúbicos de agua, y así lo solicita el empresario a la CHE. Esto se pretende hacer en un río que baja completamente seco en la mayor parte del año hidrológico. Para obtener el agua necesaria, solicitan una perforación de 100 metros que pinche el acuífero. Y como consecuencia, dejar a los vecinos aguas abajo sin agua para beber. Así de cruel. 

Y sigo echando cuentas. Los vecinos de El Frago gastamos 4620 metros cúbicos en un año hidrológico y ya hemos tenido restricciones. Precisamente hoy, catorce de diciembre, el día que le estoy escribiendo esta carta, no tendremos agua desde las 21:00h de la noche hasta 9 de la mañana. No funcionan las bombas por la escasez de agua. Así que con el proyecto de la macrogranja es lo mismo que abrir encima de nuestro pueblo una población de lechones con un consumo de agua como seis veces El Frago. Si no me he explicado mal, se está priorizando que beban los lechones antes que los humanos. 

Con todo mi respeto, señor Presidente, yo creía que esto solo pasaba en aquellos tiempos en blanco y negro tan infaustos para España. Yo creía que eran formas de una época caciquil en la que el bien común no importaba, porque todo era en beneficio del cacique. ¿Acaso no es eso lo que está ocurriendo ahora? 

Y como viene al caso, le recordaré unos hechos recientes. El pasado mes de septiembre coincidimos en El Frago, en un acto para homenajear al primer alcalde socialista. Juan Beamonte, elegido en las urnas por el Frente Popular. Era bracero de profesión y fue vilmente asesinado por buscar el bien de su pueblo. En ese momento pretendían repartir los huertos del río entre los pobres, entre los que no podían comer. Señor Presidente, ese día se ganó usted mi admiración. Pronunció un discurso brillante, lleno de sentido y sentimiento, honró la memoria de un hombre bueno. Y hoy, que me siento atropellado por los nuevos acontecimientos, me gustaría hacerle una pregunta que me ronda por la cabeza estos días: ¿Qué pensaría don Juan Beamonte en estos momentos? ¿Qué habría hecho si le hubieran negado el agua y el futuro de su pueblo? A lo mejor pensaría como yo, que estamos entregando Aragón en bandeja a los de siempre. 

Por si usted piensa que resto más que sumo, pongo a su disposición, y a la de los diputados provinciales Teresa Ladrero y Alfredo Zaldívar, mi militancia en el partido. Pero yo siempre seguiré en el proyecto de hacer un Aragón más grande y justo, ya que soy y seré socialista, aquí o allá, de una forma o de otra. 

Compañero Javier, como socialista convencido, quiero terminar con un deseo y con una súplica. Que el PSOE en Aragón sea valiente y no se ponga de perfil ante tamaña injusticia. 

Siempre te he considerado un hombre cabal y sincero, un hombre cercano, buen representante de los hombres y las mujeres de las Cinco Villas. Así que, como consecuencia de todo lo expuesto, como buen compañero de viaje, te solicito, te imploro, que pares esta aberración medioambiental, social y económica que se va a llevar a cabo en nuestra tierra, a 9 km de mi pueblo y a escasos 30 del tuyo 

Sin más, un saludo para el Señor Presidente y un abrazo para el camarada. 

Jose Ramón Reyes
Alcalde de El Frago