Opinión

Día internacional de la Diversidad Biológica

Hoy, por decisión en asamblea de Naciones Unidas y coincidiendo con la fecha de la redacción del convenio sobre diversidad biológica, se celebra el día internacional de la diversidad biológica.

Con la conmemoración de esta jornada se pretende sensibilizar al público general y a los gobiernos del mundo de este bien imprescindible para las generaciones futuras y conseguir detener la pérdida de más formas de vida de este planeta. 

La diversidad biológica o biodiversidad es la variedad de formas de vida que tenemos actualmente, así como los ecosistemas donde habitan.  Habitualmente, cuando pensamos en las diferentes formas de vida que encontramos en el entorno natural, enseguida nos viene a la cabeza el águila real o el lince ibérico. Pero la biodiversidad engloba mucho más, incluye no sólo los vertebrados sino las plantas, hongos, insectos e incluso seres microscópicos como bacterias. 

Nuestra biodiversidad desempaña un papel primordial en el mantenimiento del bienestar humano por los múltiples bienes y servicios que nos presta como proveedora de todo tipo de alimentos, fibras textiles, sustancias químicas, materias primas, controla la erosión, contribuye al funcionamiento del ciclo del agua, protección contra desastres naturales, etc. 

Aún sabemos poco sobre las especies que habitan en nuestro planeta. Se estima que los científicos han descrito cerca del 95% de las especies vertebradas, pero tan sólo el 20% de los invertebrados y únicamente el 4% de los hongos. Tampoco la totalidad del planeta está estudiada por igual, mientras que en los bosques europeos y norteamericanos se han realizado numerosos trabajos de investigación las selvas tropicales y zonas abisales permanecen poco investigadas. 

España es el país más biodiverso de todo el continente albergando 121 de los 217 hábitats terrestres de interés comunitario para la Directiva Hábitats. Y la comarca de Tarazona no se queda corta, en sus 452 km2 de extensión encontramos ecosistemas tan interesantes como los que se encuentran en el Valle del Queiles con trucha común, roquedos de conglomerados y bosque de ribera bien conservado, especialmente, en su tramo alto.                    Ambientes esteparios en el monte de Valcardera donde podemos observar especies representantes de este singular ecosistema como la ortega o el albardín.

Mosaicos de campos de cultivo y coscojar en el entorno de El Buste, ahí abundan currucas y alcaudones.                                                                          Y por supuesto el Moncayo, en el que la disparidad de paisajes y bosques es más evidente con carrascales, robledales, hayedos, pinares, roquedos, circos glaciares, piornales, abedulares y barrancos vírgenes donde especies mediterráneas, atlánticas, forestales, alpinas e incluso endémicas hacen las delicias de naturalistas, montañeros, botánicos, micólogos y cualquier persona amante de los espacios silvestres.                                                          Debemos tener en cuenta que la desaparición de un endemismo, como los que encontramos en este macizo; la seta Hygrocybe Monscaiensis, la mariposa apolo Parnassius apollo laufferi o la planta rupícola saxifraga moncayensis, significaría la desaparición a nivel mundial de esa especie. 

Varios factores perjudican negativamente a nuestra diversidad biológica; contaminación, cambio climático, la sobreexplotación de los recursos naturales, la perdida de hábitats y especialmente problemática resulta la introducción de especies exóticas. Este problema, actualmente aumentado por la facilidad del comercio y el transporte de personas a nivel internacional, pone en grave riesgo a nuestras especies autóctonas que de pronto deben competir por el espacio y el alimento, se ven afectadas por nuevas enfermedades y soportan una mayor presión depredadora. Cuando estas especies foráneas perjudican a las propias del lugar se les denomina especies exóticas invasoras. Es el caso bien conocido en la cuenca del Ebro del mejillón cebra, el siluro, el visón americano, el cangrejo rojo o el árbol del cielo (Ailanthus altissima). 

Podemos tener muchos gestos en beneficio de la biodiversidad.                         

- No dejemos encendidas luces o aparatos que no estemos utilizando. Ayuda mucho colocar en nuestra vivienda alargaderas con interruptores con los que podremos apagar simultáneamente varios aparatos que habitualmente se quedan en Stand By.

- Desplazarnos a pie o en bici también reduce mucho el CO2 emitido, el principal gas de efecto invernadero. En España somos más de 46 millones de habitantes, un pequeño gesto en cada uno de nosotros se traduce en reducciones importantes de emisiones contaminantes. 

- En tus compras evita los productos innecesariamente envasados.

- Si tienes gato y decides dejarlo suelto en tu jardín o huerta sepas que estos animales poseen un fuerte instinto cazador que les hace matar más presas de las que pueden comer. Según un equipo estadounidense del Instituto Smithsonian que realizo un estudio, los gatos de ese país cazan miles de millones de aves en un solo año y otro tanto de micromamíferos.                      

Y por último, nunca liberes tu galápago, serpiente, escorpión o pez de acuario en el medio natural. Podría perjudicar seriamente a las especies autóctonas.  

Servicio de Sensibilización Ambiental e Interpretación del Patrimonio Ayuntamiento de Tarazona