Opinión

Cerrar los ojos para ver

 ¿Cómo podemos desprendernos del hedor de lo absurdo y de lo que a primera vista carece de sentido común?

Las noticias y acontecimientos diarios nos invaden, no sólo a nivel profesional, si no que a nivel personal también nos afectan, debilitando nuestra fortaleza mental en algunos aspectos poco a poco, como si de la tortura de la gota se tratara.

El caos político, unido a la falta de valores en diferentes esencias de nuestra sociedad, son caldo de cultivo para, no sólo prensa triste, sino acciones y respuestas deplorables. En este mar enrarecido, siempre hay gotas y cúmulos de esperanza. Son las pocas personas que dotadas de un carácter valiente, unas veces heredado y otras aprendido de situaciones hastiosas, que lo llevan a regenerarse y a llenarse de una esperanza y vitalidad que antes no poseía.

"Las noticias nos afectan, debilitando nuestra fortaleza"

Ésta es, podría ser la máxima aspiración de las personas en tiempos difíciles saber sobreponerse y aprender cómo se puede dar la vuelta a los propios sentimientos y carácter. El potencial de las personas ya está demostrado a todos los niveles, no está, en su formación sino en sus capacidades. Capacidades para resolver una afrenta, luchar por lo que cree es suyo, en el día a día, en definitiva, su potencial como persona. Como dice Javier Cárdenas, el ser humano se extinguirá de estupidez y a tenor de lo que oímos y vemos todos los días, podríamos llegar a pensar que eso puede pasar. La esperanza está en las personas pausadas contemporáneas, no impulsivas, y con pausa, pueden complementar a las que son valerosas en acciones y convicciones y crear el equipo perfecto.

"El ser humano se extinguirá de estupidez"

El trabajo para suprimir la pobreza social y que los más afortunados puedan sostener a los menos favorecidos, es el futuro de dicho equipo. Los valores y sentimientos cercanos entre la población, las primeras palabras del día, el trato confraternizado, es lo que une a las diferentes clases. Eso, y sólo eso, puede llevar a cambiar de parecer radicalmente y, por consiguiente, a bascular una balanza en un sentido u otro. Las personas son lo que son; íntegras y auténticas, para bien o para mal, y capaces de lo mejor y peor. Debemos apelar al binomio antes mencionado para lograr la estabilidad social que nos llevará, en breve, a la paz o a cierta sensatez que nos libere de esta carga diaria. Es muy importante que los más jóvenes den un paso al frente para posicionarse en diferentes sectores y lavar las imágenes de aquéllos que con sus acciones empañaron y sembraron el rechazo hacia el proyecto que, aún siendo válido en esencia, como castigo, paga las consecuencias.

Cardelina

Tudelana