Opinión

Cerrar Garoña

Los pueblos y ciudades del Ebro dependemos de la calidad y la seguridad de las aguas que fluyen por este cauce que compartimos. Desde sus fuentes hasta su desembocadura, las ciudades de Miranda de Ebro, Logroño, Tudela, Zaragoza, Tortosa, junto a tantos otros pueblos, deseamos sumarnos a una cadena que nos una a través de este gran río.

El millón de personas que vivimos a orillas del Ebro, las casi 100.000 hectáreas de huerta y las decenas de ecosistemas de ribera protegidos que se nutren de él unimos nuestras voces para exigir del Gobierno de España el cierre definitivo de la central nuclear de Garoña.

La seguridad de nuestros vecinos y nuestras tierras no puede quedar bajo la espada de Damocles de una central del mismo modelo que la de Fukushima, que arrancó en 1971 y que ha sido puesta en cuestión por varios informes técnicos. El derecho de la ciudadanía a la salud y al medioambiente están por encima del afán de lucro de las grandes empresas eléctricas. Tampoco existe justificación económica ni social cuando hay alternativas energéticas sostenibles por desarrollar y no hay ninguna necesidad energética perentoria en la actual fase del ciclo económico. Jurídicamente es insostenible que un gobierno en funciones pretenda tomar una decisión política que excede sus atribuciones, más aún habiendo quedado desautorizado por las elecciones del 20 de diciembre.

Exigimos que cualquier nuevo gobierno estatal derogue de inmediato la Disposición final primera del Real Decreto 102/2014, de 21 de febrero, por el que se modifica el Reglamento sobre instalaciones nucleares y radiactivas (R. D. 1836/1999, de 3 de diciembre). Exigimos además que se mantenga vigente la Orden IET/1302/2013, de 5 de julio, por la que declara el cese definitivo de la explotación de la central nuclear de Santa María de Garoña. En previsión de que la mera concesión durante un breve periodo de la explotación, aún anulada por un nuevo gobierno en el estado, pudiera dar lugar a una abusiva y mendaz pretensión de indemnización por “lucro cesante” en primer lugar y, en segundo lugar, por suponer sus pretensiones de reapertura de la central una amenaza para la seguridad de nuestros municipios exigimos el cese inmediato del actual Consejo de Seguridad Nuclear y que desempeñe en funciones únicamente su tarea de vigilancia de la seguridad de las instalaciones actualmente en funcionamiento.

Nosotros y nosotras, en calidad de depositarios y depositarias de la voluntad popular expresada en las elecciones del 24 de mayo de 2015, declaramos que nuestra ciudad está en contra de la reapertura de Garoña, que queremos nuestro Ebro limpio y no nuclear y que así lo queremos para las generaciones venideras y para todos los seres vivos que lo pueblan.

Podemos Tudela y pueblos de la Ribera