Es una pena cómo están de sucias las orillas del Ebro. A su paso por toda la Ribera se observan restos de basura arrastrada por las riadas, sobre todo plásticos, que afean su cauce y lo empobrecen completamente.
¿La Confederación Hidrográfica del Ebro no podría organizar con los Ayuntamientos la limpieza de sus riberas?
Luis Pérez
Tudela