Opinión

¿Qué tienen en común el PAI y el artículo 155?

En los últimos meses, en Cataluña se ha desarrollado una gran campaña contra la escuela pública. PP y Ciudadanos sobre todo, han tachado frecuentemente a la mayor parte del profesorado catalán de nacionalistas radicales y de adoctrinadores, así como de enseñar al alumnado a odiar a España. Pero todo esto no nos suena extraño en Navarra, puesto que hace tiempo que hemos oído estas acusaciones hacia el profesorado del modelo D.

Especialmente “fructífera” fue la legislatura en la que detentó la presidencia Yolanda Barcina. Así, en el otoño de 2013, los medios de derecha dieron cuenta de un supuesto informe de la Guardia Civil, en el que se relataba que el 5% del profesorado del modelo D tenía relación con ETA y un 25% con su entorno. Hay que recordar la lista de libros prohibidos de aquella época por incluir mapas de Euskal Herria. En opinión de los derechistas, el alumnado corría un gran peligro y había que tomar medidas para corregir esa situación; en esa coyuntura realizó Barcina una famosa declaración: que el Departamento de Educación estaba ofertando enseñanza en inglés para hacer frente a la demanda en euskera.

De este modo, vemos clara la relación: por una parte se ataca al profesorado euskaldun y, por otra, se amplia la oferta del PAI. Hay que tener en cuenta que la oferta se triplicó en la legislatura 2011-15, pasando de 28 a 90 centros. Pero eso no solo aconteció en Navarra; en Baleares, por ejemplo, el gobierno autonómico del PP trató de imponer el Decreto de trilingüismo en el curso 2014-15, para disminuir de forma sustancial la enseñanza en catalán. De este modo, se pasaría de dar la mayor parte de sesiones en catalán a solo un tercio y aquí también, el inglés se usaría como excusa para justificar el ataque. Afortunadamente la sociedad se movilizó activamente en contra del Decreto y lograron paralizarlo. Al año siguiente, el gobierno del cambio lo suspendió. En Navarra, en cambio, no ha sucedido lo mismo con el PAI; es más, ha tenido mayor expansión, y no se ha puesto en marcha el nuevo modelo plurilingüe que prometió el acuerdo cuatripartito.

Este año también han habido problemas en Valencia, ya que su consejería de Educación ha intentado implementar otro Decreto de plurilingüismo, donde se daba preferencia al catalán, y el Tribunal Supremo lo ha rechazado. De este modo, observamos cual es la estrategia de la derecha neofranquista del Estado español, criminalizar la educación impartida en lenguas propias, propagando que el profesorado es terrorista o nacionalista radical, mientras se oferta educación vehicular en inglés, con el objeto de que el aprendizaje de la lengua del país sea deficiente o incluso, nulo.

Los impulsores del artículo 155 de la Constitución española han subrayado la culpa de la escuela pública catalana en el ascenso del independentismo y han mostrado su intención de cambiarla de raíz. Hasta ahora, se han afanado en intentar abrir modelos en castellano en las escuelas catalanas, mediante sentencias judiciales, pero han cosechado muy pocos éxitos. 

Ahora, atisban PP y Ciudadanos una inmejorable oportunidad para convertir en realidad lo tantas veces propuesto.

Se ha iniciado la fiera opresión en Cataluña: la mayor parte del Gobierno legítimo está encarcelado en Madrid y, el resto, exiliado en Bruselas y, ya el profesorado ha comenzado ha sufrir la represión: han llamado a declarar al juzgado a ocho docentes, por tratar en clase de lo pasado en el referendum del 1 de octubre. Así mismo, tanto PP como UPN han amenazado a la sociedad vasca con aplicar el artículo 155, todo parece indicar que pronto empezarán, de nuevo, contra el profesorado euskaldun. 

Amaia Zubieta Garciandia y Raúl López Ecay
Representantes del sindicato STEILAS