Llevo unos días, intentando hacer una reflexión sobre lo que es algo tan nuestro, tan de nuestra tierra, como es la Jota madre…. Hace algo más de 4 años en mi casa, con mi padre que siempre cantó la jota, solíamos ver concursos de jotas y comentar lo que nos parecían muchos de los concursantes… yo los veía como algo que están ahí, que son personas que se ven pues eso, por televisión.
Un 12 de Agosto de 2012, mi pueblo, mi ayuntamiento de por aquel entonces nos dio la oportunidad a los amantes de la jota de disfrutar de una mañana jotera con una ronda en nuestro pueblo de la mano organizadora del gran jotero local, José Felix Garriz. Todavía recuerdo como me decía él algunos de los que iban a venir a aquella ronda, que con tantas ganas e ilusión esperaba.
A su vez, en una red social, había entrado a participar en un grupo de amantes de la jota que, por cierto, me acogieron muy muy bien. Esperaba con muchas ganas la ansiada cita y cuando llegó, me parecía algo increíble; estaba viendo y disfrutando de la compañía de muchos de los joteros y joteras que semanas atrás sencillamente había disfrutado por televisión.
Recuerdo como el primero que me agregó después en internet en la red social fue Iñaki Reta, un ser adorable que poco a poco fui conociendo y coincidiendo dentro y fuera del mundo jotero. Otro de los primeros en aceptar mi solicitud de amistad fue Diego Urmeneta, otro que para mi, era poco menos que imposible conocerle y mucho menos al nivel que lo conozco a día de hoy: de amistad dentro y fuera del mundo jotero. Su compañera de canto, una mujer encantadora, sencilla como la vida misma, y que había escuchado 'tropecientas' veces en vídeos como el de la jota “cuando corro en el encierro”, Soraya Castellano.
Esto comenzó a llevar aparejado a que, cada vez que organizaban algo, iban invitándome a esos eventos y me iban teniendo como una más, lo cual es de agradecer. Así citas como la gran ronda jotera de Peralta, organizada por Iñaki Reta, se fueron convirtiendo en citas ineludibles para mí y poco a poco se fueron convirtiendo en algo más que amigos de jotas.
Una tras otra actuación, fuese dónde fuese, fuesen concursos, rondas o improvisados, se fueron convirtiendo en algo que para mí a día de hoy, es una cita en las que no quiero faltar, no al menos siempre que las circustancias me lo permitan.
Sin darme cuenta, ya han pasado casi 4 años al lado de ellos, 4 años donde me han demostrado numerosas veces muestras de cariño, de amistad, donde han estado en mis momentos buenos y no tan buenos, y donde yo he podido conocer a gente maravillosa, gente con la que sencillamente a día de hoy puedo decir que son algo más que joteros…porque es que además me nace así, me sale así y lo siento así. Con unos tengo más relación que con otros, los Iñakis, todo el conglomerado de los Urben, las Carolinas, los Diegos, las Lauras, las Sarah, los Santis, sus respectivas escuelas, sus respectivas parejas y familiares que he ido conociendo poco a poco… los niños que son seres angelicales y que protegeré siempre. He ido conociendo personas en general que aunque no hablemos todos los días, ni a todas horas, sabrán que siempre estaré ahí para lo que les pueda surgir, dentro y fuera de la jota; en lo bueno y en lo malo; en cualquier cosa, sin condición.
No me olvido de personas que durante estos cuatro años, son personas que igual no son de renombre tan conocidos, o incluso ni se les conozca, pero que he obtenido su amistad dentro y fuera de la jota: Javier San Juan Arellano, Rakel, Paula, Cristina Garcés, Joseba, Cris s Gracia, Joseba es mi “niño” que por circunstancias ajenas estoy coincidiendo fuera del entorno jotero, y hablamos mucho. Paula Antón es la niña de mis “ojos” y siempre pregunto por ella; pero en general todos y cada una de las personas que he ido conociendo durante el camino emprendido con ellos a lo largo de este tiempo, hacen que sencillamente sea feliz al lado de ellos.
No sé si tendrá cosas buenas o malas la jota, no sé si morirá o no, yo me quedo con lo que a mi me transmite, con lo que a mi sencillamente me da que es amor, cariño y amistad, por parte de todos. Con unos más, con otros menos, pero con todos en general, son sencillamente esa familia que no se impone, se elige. Son esa familia que yo he querido escoger después de la mía de sangre porque sencillamente los quiero. Eran unos extraños que yo veía por televisión hasta hace 4 años y a día de hoy son sencillamente parte de mi vida, que quiero que estén ahí, porque sencillamente los quiero. Así que no sé si la jota vivirá o morirá, pero ¡¡Aúpa la Jota, y todo lo que con lleva!!
Un beso a todos. Cristina Esparza
