Este 2020 tan atípico y complicado que estamos viviendo está a punto de dejarnos y tenemos que pensar en cómo despedirlo y de qué manera dar la bienvenida al esperanzador 2021.
Siempre he pensado que el periodo navideño está dedicado sobre todo a los más pequeños: luces, regalos, cabalgata de Reyes, Papa Noel, Olentzero, Belenes, ausencia de clases… Todo se conjura para que a los niños les encanten estas festividades. Estas Navidades no pueden ser menos y tenemos que pensar en cómo ilusionar a los más pequeños sin incumplir las medidas impuestas.
Hoy en día ignoro si habrá cabalgata, y supongo que si la hay será muy distinta a la que estamos acostumbrados, pero ante todas estas restricciones tenemos que hacer que los niños noten su ausencia lo menos posible. En gran medida serán las familias las que cubran el vacío, pero no estaría de más que el propio Ayuntamiento editara algún whatsapp o utilizara las tecnologías para que el saludo de los reyes sea lo más personal posible y vaya a todos los hogares. Quizás los niños no puedan sentarse en las rodillas de los Magos de Oriente, pero podrán recibir un mensaje telemático más o menos personalizado en el móvil del progenitor.
Por supuesto, este año es más vital que nunca que ningún menor se quede sin regalos, sin juguetes con lo que incentivaría una recogida de juguetes masiva a nivel municipal, algo que asociaciones como el Frontón y otras sociedades ya hacían de la mano del recordado jesuita Padre Zubiaurre.
Las luces ya están puestas, falta que la ilusión para los más pequeños sea completa. Ahí lo dejo, Feliz Navidad.
