Opinión

El Ailanto en Navarra, o la invasión silenciosa

El Ailanto o “árbol del cielo”, es una planta ornamental invasora de rápido crecimiento procedente de China, que puede alcanzar hasta 25 m de alto. Se reproduce con el viento por la dispersión de las semillas de los ejemplares adultos, que pueden producir entre 350.000 y 500.000 cada ejemplar al año. También se multiplica por brotes de raíz. Por su capacidad de expansión ha colonizado prácticamente todo el Planeta.

El Ailanto está incluido desde 2019 en el Catálogo de Especies Exóticas Invasoras del Ministerio para la Transición Ecológica, en el listado de Especies Preocupantes para la Unión Europea y en el Catálogo de Especies Exóticas Invasoras detectadas en Navarra.

En nuestra Comunidad, el Ailanto no es la única planta invasora, pero si probablemente una de las más peligrosas, porque se adueña del hábitat donde vive, modificando la cantidad de nutrientes del suelo por su capacidad de fijar nitrógeno y por producir compuestos alelopáticos (sustancias tóxicas o disuasivas) que alteran e inhiben la diversidad de la vida vegetal de la zona. Una vez enraizada, desplaza con facilidad a la vegetación natural preexistente y dificulta su regeneración. Su impacto puede llegar a ser irreversible afectando a especies y hábitats a nivel global. Es resistente a las sequías y temperaturas extremas, a la contaminación atmosférica y poco exigente respecto al suelo que coloniza. 

Podemos descubrir el Ailanto en parques y jardines, cunetas de carretera y cada vez más entornos naturales como bosques, zonas de matorral y ecosistema fluviales. También intenta colonizar los cultivos agrícolas y produce mal sabor a la miel.

“Esta especie es relativamente abundante en la Comunidad Foral. Se localiza sobre todo en la mitad sur de Navarra en vías de comunicación (AP-15, N-134, NA-132-A, etc.), donde fue plantada. Posteriormente se ha asilvestrado, llegando a constituir grandes masas y a ocupar hábitats riparios próximos, donde desplaza a las especies nativas. Sobre todo es una especie invasora en ecosistemas de ríos, como las alamedas, choperas y saucedas de ribera”. “hasta el momento solamente se han llevado a cabo en Navarra algunas acciones centradas en el entorno de los tramos de ZEC, bajos del Arga y Aragón, donde se realizaron actuaciones destinadas a la eliminación de especies alóctonas e invasoras, entre las que se encontraba el Ailanto. El método utilizado consistió en el corte, apeo y aplicación de sales en los tocones. La primavera de 2017 se constató un 0% de rebrote en las zonas de aplicación” (Contestación parlamentaria).

Destacar que dado el peligro expansivo del Ailanto, desde las Instituciones no se ha hecho gran cosa. Sabemos que grupos de voluntariado como Basoberri o ReforestAcción Nafarroa, han llevado a cabo eliminaciones en Mañeru (primer municipio de Navarra que hace frente a este problema), destruyendo los Ailantos que colonizaban meandro de Rivalta. También en Artieda y próximamente tienen previsto en Cirauqui, Puente la Reina y otras localidades, pero con eficacia limitada dadas la carencia de técnicas apropiadas de que disponen las Instituciones. 

Un ejemplo. Por ignorancia, en Pamplona/Iruñea se plantaron en el pasado Ailantos en parques y caminos y la obligada eliminación de los mismos por parte del Ayuntamiento conllevaría la tala de los 168 ejemplares adultos catalogados. Resulta doloroso el que haya que tomar semejante medida en un momento en que “reverdecer la ciudad” como defensa ante el calentamiento global, es una obligación urgente de las instituciones… pero no hay otra alternativa si no queremos que el problema se haga inmanejable.

Aunque en ya se están planteado actuaciones por parte de algunas Instituciones de cara a erradicar la invasión del Ailanto, el problema es de tal magnitud que exige una actuación rápida y coordinada que en toda la Comunidad por parte del Gobierno de Navarra, de las instituciones municipales y de la ciudadanía.