Opinión

Fractura territorial: La tasa de pobreza y de paro en la Ribera duplica la de otras zonas de Navarra

La Cátedra de Investigación para la igualdad y la Integración Social (CIPARAIIS), de la UPNA, ha dado a conocer un par de informes sobre la exclusión, uno de los cuales revela la existencia de desigualdades sociales muy importantes entre distintas zonas de Navarra y donde la peor parte se la lleva la Ribera en su conjunto, tanto la alta, como la Tudelana.

Las diferencias existentes llegan de 1 a 5 puntos en cuanto a pobreza consistente, 16% en Tudela y 3% en el Pirineo, reuniendo Pamplona los mejores indicadores, todo esto va asociado a la presencia de una proporción significativa de población extranjera sobre el 15%, a la propia economía territorial basada en el sector agrícola y agroalimentario y a la falta de políticas publicas acordes a las necesidades que han marcado este proceso y a otras, donde las grandes inversiones no han sido coherentes con las necesidades de la zona, etc.

En Navarra las condiciones de vida de la Comunidad Foral, reflejan que el 17% de la población (en torno a las 106.000 personas) vive situaciones de precariedad profunda y tiene problemas a la hora de pagar los gastos de la vivienda, alimentación, etc. Un 18% (unas 114.000 personas) obtienen muy bajos ingresos y por tanto son personas que tienen falta de oportunidades en relación al resto de la población y que pueden identificarse con cuestiones de exclusión constantes, y tienen dificultades de acceso a servicios sanitarios a los que el sistema publico no llega.

La crisis y los ajustes del gasto social han dado lugar en esta provincia, a nuevos problemas como es el caso de los hogares afectados por procesos de exclusión que se llega a un 17% en la vivienda (40.000 personas), con problemas de insalubridad por entornos degradados, viviendas en precario, hacinamiento grave. En este sentido, el informe indica que algunos grupos se alejan de la integración por falta de formación, ya que un 10% de la población entre 18 a 24 años, ha abandonado prematuramente los estudios y un 3% entre los 18 y los 30 años, no han terminado ni los estudios básicos.

Por ello, esta Cátedra CIPARAIIS, dice que la crisis social que experimenta Navarra pone de manifiesto el riesgo de fractura social y que podría llegar a ser también una factura territorial si no se corrigen evidentemente las actuales diferencias.

Por ello, el Ayuntamiento de Tudela, a través de una declaración institucional pidió al Gobierno que iguale la Ribera al resto de Navarra, por medio de pedir más financiación para esta zona, etc.

Nuestros administradores públicos fundamentalmente UPN-PP y PSOE parece ser se dan cuenta ahora de su pésima gestión para Navarra en general y la Ribera en particular, asumiendo la crisis económica creada por el capital financiero internacional, aplicando los múltiples recortes impuestos por Europa y obligándonos a aceptar medidas restrictivas en lo económico y en lo social que costeamos todos los trabajadores/as, para salvar intereses bancarios y personales.

La Ribera tiene muchos problemas y de diversa índole, pero algunos destacables son: El Paro que alcanza el 17% y el 26% en la capital de la Merindad, la deuda de algunos ayuntamientos, Tudela con casi 50 millones. Las inversiones despilfarradas como la Ciudad Agroalimentaria, el circuito de los Arcos, Senda Viva, la construcción arbitraria de varios polígonos industriales etc. En Tudela también la construcción del Teatro Gaztambide, el intento de Sementales, y no hablemos de la   fuga de jóvenes que según el PEC, son 900 jóvenes de 15 a 29 años los que se han ido de Tudela desde el 2006. En definitiva, mala gestión, despilfarro y falta de aplicación de políticas públicas incluida la de investigación, que estén a la altura de las muchas necesidades existentes en diferentes sectores de esta zona.

95.000 Navarros viven en riesgo de pobreza y otros 20.000 han caído ya en la pobreza severa, pues bien, que sirvan estos datos como orientación a los miles de ciudadanos Riberos/as que siguen patrocinando políticas antisociales por medio de su voto, que hagan la reflexión oportuna ya que las elecciones de mayo de 2015, están a la vuelta de la esquina y el cambio político y social es prioritario en Navarra y en nuestra Ribera, de otra forma, la ruina caracolera, sino al tiempo.