Opinión

Injustamente

Lo habitual en estas fechas es escribir sobre la Navidad. Pero donde nació su protagonista: El Niño Jesús. Es noticia por acontecimientos no tan diferentes a los de aquella época. También hoy, en aquellos lugares y otros muchos del mundo, hay Herodes matando niños inocentes para provocar terror. Quien aviva este terror injustificable es un terrorista. Sea del bando que sea, y se llame como se llame su dios.

En África, hace décadas que sufren masacres similares. Muertes, secuestros y violaciones de niños, por dictaduras impuestas por los poderosos para extraer de sus tierras las grandes riquezas que necesitan los países "desarrollados" para alimentar su insaciable consumismo. Sus verdaderos propietarios huyen de la muerte, y en no pocas ocasiones para encontrarla en ese cementerio llamado Mediterráneo. Y si al final consiguen llegar a la anhelada orilla, sufrirán el desencanto y la incomprensión de sus habitantes.

El culto al líder, aunque no nos convenza, lo utilizamos como cabecilla de nuestro cabreo y odio hacia el adversario. Él conmigo; o contra mí. La brecha entre ideologías es cada vez más inquietante y profunda. Y azuzada por políticos incompetentes puede resultar letal.

Concluiré con un guiño navideño de esperanza: En este mismo mundo existe un atisbo de esperanza, porque también hay gentes solidarias que luchan con otras armas, disparando contra la incomprensión y el egoísmo, ayudando a esas desdichadas personas que la vida y los poderosos arrancaron de sus raíces; injustamente.

Comprensiva Navidad, un bisiesto sin sorpresas.