Opinión

Valores, cultura y religión

Desde la lógica, apertura de miras  y buscando un verdadero “pacto de estado”, que sinceramente es la solución de futuro  para una sociedad plural que debe velar desde sus Instituciones por el respecto a la elección de las madres y padres a la hora de elegir centro escolar para sus hijos y la formación curricular accesoria. (Entendiendo siempre que el currículo aprobado a nivel estatal debe de ser general y obligado para todos y cada uno de los centros y sus alumnos).

El principal problema de este país, y de otros muchos, pero España o ha sabido mantenerse al margen es la pretensión de manipular la sociedad desde la clara manipulación gubernativa de la educación, y por favor, seamos sinceros, cuando toca a unos son ellos, y cuando toca a los otros son los otros.

Por ello, cada tendencia de gobierno que adquiere el poder, pone en marcha una nueva reforma educativa que confecciona a su antojo, y que obedece únicamente a claros fines electoralistas.

La asignatura como tal “VALORES, CULTURA Y RELIGION” (véase como nombre que presentaría como posibilidad de una completa asignatura, Prof. D. Jorge Otaduy Guerín), sea quizás el verdadero titulo que en una asignatura de carácter obligatorio, recoja un contenido curricular completo, plural y global, que alejado del adoctrinamiento, inculque conocimientos necesarios e ineludibles de tesos tres campos.

Los “valores”, son y solo son unos para todas las personas tal y como lo recoge el artículo 14 de C. E. de 1978 ”Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”, ¿a que esto lo entendemos todos a la perfección?.

La “cultura”, está escrita, toda manipulación histórica es calificable, la ejerza quien la ejerza, de tendenciosa, cosa a la que también somos muy dados aquí y nosotros. ¿Ya sabremos si realmente nos importan los educandos?.

Y la “religión”, (parece que es el gran caballo de batalla) es tan importante para el ser humano, que nadie queda impasible sobre lo que de ella se opine, se dialogue, o se establezca, y menos si de afección a la educación nos referimos. Los valores y la cultura, son religión; la religión contiene  valores y es fuente de cultura; y la cultura se asienta sobre las religiones e impregna valores.

No se pueden y no se deben separar, pero si queremos llegar a un pacto educativo de futuro no podemos negar la pluralidad social, y la capacidad de elección. La religión no es solo la católica, si es la mayoritaria, pero hoy no es la única, por ello, si la religión es obligatoria en la educación  no es exclusividad como lo fue hace años. No podemos obviar que la formación religiosa es necesaria, el conocimiento de las religiones, de aquellos valores que la religión supone en la vida del ser humano. Y aquel que lo niegue aflora hipocresía; el ser humano es religión, para abrazarla o para huir de ella.

El ser humano necesita formarse en religión, y se trata de una parte esencial del complejo currículo la asignatura desde ese formato “VALORES, CULTURA Y RELIGION” , ahora bien, en los términos generales deberá de ser aconfesional, será una formación de conocimiento sobre las diferentes confesiones, y la carencia de ella, el hombre y la mujer viven con la religión o sin ella pero está presente en sus vidas y tiene que seguir estando para conocer  y poder entender la propia vida de las personas. Y no hablo de la confesionalidad, ni desde la intención de que nadie imponga una confesión, sino desde la libertad y el respeto de elección, nunca de la exclusión, venga de donde venga.