Opinión

La codorniz del valle del Baztan

Coturnix codorniz
photo_camera Coturnix codorniz

Cuando volveremos a verlas si no nos ocupamos de cuidar su hábitat. De cómo dominamos la tierra y el agua dependen los hábitats que quedan para la fauna silvestre. Es responsabilidad de todos cuidar la naturaleza.

Las aves migratorias, que vienen a nidificar a Europa y regresan a Africa para invernar, necesitan los pasos que la orografía abre a las rutas de viaje. Los itinerarios de viaje de bajo costo son beneficiosos para las poblaciones itinerantes, ya que a través del hábitat aéreo las aves establecen la conexión entre distintos puntos terrestres. Navarra tiene muchos terrenos importantes para el paso de la codorniz; según los años las codornices eligen las estancias de reproducción o paradas de reposición que son mucho más cortas, desde horas hasta pocos días. La presencia de la codorniz en el Baztan es muy variable y cambia con la meteorología de cada año, depende de cómo llegan y se distribuyen las lluvias y las temperaturas. Pero no sólo de la meteorología del Baztan, su presencia allí está influida por la suerte meteorológica en los otros predios de la península y de Europa, desde el final del invierno hasta el final del verano.

La codorniz es un ave pequeña de 11 cm y 100 g de peso, muy vulnerable a la predación y a los fenómenos meteorológicos adversos que la sorprenden en sus viajes. El éxito de su supervivencia radica en su pericia para elegir los momentos, cómo y dónde estar. De tal forma que sus predadores no la detecten, pero a la vez necesita estar bien conectada con las demás codornices. Ella no se deja ver, aunque los machos no cesan de emitir su canto “parpala, parpala” que llena de sonido primaveral los campos. Las poblaciones de animales silvestres se caracterizan por su distribución, abundancia y conectividad. Precisamente Navarra es clave para la conectividad de la codorniz entre la península y Europa. Y como para muchas otras aves, los prados del valle del Baztan juegan en ello un papel tan primordial como desconocido. El valle por su rango de altitudes y su influencia atlántica, goza de un clima excepcional para la producción pratense. Son habituales cuatro cortes de la hierba: final de mayo, julio, agosto y septiembre. Estos prados por su producción ecológica, sin uso de productos fitosanitarios, albergan una elevada biodiversidad donde la codorniz encuentra un paraíso.

Este vergel dura pocos días porque mensualmente llega la siega, de esta forma se suceden cuatro ciclos de crecimiento y corte en periodos mensuales que no dan tiempo al desarrollo de un ciclo reproductor de la codorniz. En consecuencia los nidos y los pollos son atropellados. Todos no, porque siempre quedan bordes y rincones donde algún ejemplar consigue salvarse. A la codorniz no le queda otra opción que proseguir con su viaje, eso es así porque no dejamos espacio para que se complete el ciclo biológico ya que nadie paga la maduración y producción de semillas de la hierba para la fauna silvestre ¿la comunidad Navarra no puede destinar fondos para conservar y producir biodiversidad? ¿es un problema de falta de entendimiento entre sus gentes? ¿es cuestión de contrariedad y dejadez política? Los patrones de conectividad de la población de codorniz necesitan al valle para unir su población, sin embargo las personas no son capaces de favorecer su presencia dejando espacios para la biodiversidad, cuando aquí la biodiversidad pratense es una joya natural.

La riqueza no sólo la debemos medir con dinero, fingir y prolongar la ilusión de que cuidamos la naturaleza cuando en realidad no apoyamos al mundo rural, es algo que debe cambiar. De nada sirve cerrar los ojos ante las evidencias que nos delatan, en el Baztan nadie caza la codorniz durante la media veda porque nadie se ha ocupado de conservar su hábitat, ni de valorar la presencia de la especie, ni de reclamarla como un valor importante de su naturaleza. Este año ha habido paso abundante de codorniz registrado en Biskarret, Larraun, Gerendiain, Arizkum y Elizondo, porque esta primavera ha sido seca en la Península. Esta primavera Navarra ha tenido una población abundante de codorniz.

Es una tarea urgente dejar espacio para este ave y para la biodiversidad que le acompaña, ya que son muchas las especies que viven en los espacios abiertos. Las codornices, las aves y la fauna necesitan las praderas y los rastrojos. Es necesario conservar los rastrojos el mayor tiempo posible para favorecer a la vida silvestre, la biodiversidad y la conservación del suelo, a la vez que frenar la erosión y retener el agua. Todo esto que forma parte del bien común, debe ser subvencionado a los agricultores como contraprestación a su cuidado de la naturaleza.

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