Opinión

La Historia Interminable

– ¿De qué tienes miedo?
– De perder mis ilusiones.
– Pero sin son ilusiones, no es real.
– Ya, pero me hacen avanzar en una dirección, sin ilusiones estoy perdida. También me da miedo que el camino a la liberación sea abandonar mis ilusiones porque es deseo, y el deseo encadena 
– El miedo también.

¿Conoces Fantasía? Es el reino de la Emperatriz Infantil en la novela de Michael Ende, La historia Interminable, y está apunto de destruirse por La Nada. Fantasía no tiene fronteras porque está construida por los sueños y esperanzas de la humanidad. Los hombres han empezado a perder sus sueños y la Nada es el vacío que queda, como una ciega desesperación que destruye este mundo. Gmork, le cuenta al guerrero Atreyu, que ayuda a La Nada porque las personas sin esperanza son fáciles de dominar y quien tiene el dominio, tiene el poder. 

Fantasía solo puede salvarse si un niño humano cumple sus sueños, a pesar de que su padre, su gran autoridad, le dice que tenga los pies en la tierra. 

En estos tres últimos meses, el mundo ha sido vapuleado y herido sin distinguir género ni condición. Nos ha puesto de rodillas y frente a un espejo. Ha salido miedo, ha salido rabia, ignorancia y falta de filantropía. Hemos visto lo peor de nosotros como humanidad, cosas que estaban debajo de la alfombra de la habitación del fondo, pero que no se podían ignorar más. Estábamos creando un relación falsa con la vida, una caja vacía envuelta en papel de regalo. Mientras en ese vacío se creaban las peores emociones que el ser humano puede tener, seguíamos construyendo sin dirección. Estamos en un dos sobre diez y por los pelos. Pero está bien, como dice Beret, para ver feliz al ser habrá que ver el mal en medio. Solo viendo las cosas, podemos tomar conciencia de ellas y cambiarlas.

Ahora, después de unos días de muchísma agitación, de cambios importantes, de vuelta a la “nueva normalidad”, somos ansiedad por llegar a fin de mes, por no poder dar de comer a nuestros hijos, porque nuestros sueños idealizados se hayan descompensado por un guantazo de realidad. Somos dolor y rabia por nuestros seres queridos fallecidos en soledad. Todo esto se junta con la alegría de volver a ver a nuestras familias, negocios que reabren sus puertas, cañas en el bar y comidas con amigos, lo que menos nos queda ya, es miedo al virus. 

No va a ser fácil, porque la batalla aún comienza, pero nos toca levantar Fantasía, no podemos dejar que La Nada nos gane, hay que soñar en alto y en común. Recuerda, las personas sin esperanza son fáciles de dominar. Más que nunca hay que tener los pies en la tierra, pero fantasear con un mundo mejor es necesario y ahuyenta el miedo. Si es cierto que, una idea no sirve de mucho si no se trabaja, así que no te despistes y sé fuerte. Aunque ahora no podamos verlo, es porque al principio, siempre está oscuro.