Volvemos al cole en un mundo lleno de incertidumbre (no sabemos lo que va a pasar), no de riesgo (en cuyo caso se podrían aplicar probabilidades a los diferentes escenarios posibles).
En este escenario, necesitamos líderes en el sentido de Daniel Kahneman: “quien logra que la confianza colectiva a largo plazo se imponga sobre la incertidumbre a corto”. Un papel muy complicado que, ante la indecisión política, deberán tomar los padres respecto de sus hijos.
Ahora que estamos en el 150 aniversario de María Montessori, pedagoga italiana, recordemos su lema: “ayúdame a hacerlo solo”. Una de sus frases más famosas era “el niño es el maestro”.
Esta idea nos lleva a tendencias interesantes. Uno; muchos profesores plantean estudiar la teoría en casa y resolver los problemas en clase. Es decir, “aprender haciendo”. Dos, las mejores formas de aprender son emocionando, con juegos y con historias. Tres, la memoria importa. El teléfono móvil no puede ser un apéndice del cerebro.
Finalmente, la mejor definición de educación es “saber lo que hacer cuando no sabemos lo que hacer”.
Es el momento de aplicarla.
