Opinión

Sésiles

El gran divulgador italiano Stefano Mancuso expone en sus maravillosos libros dedicados a las plantas la gran cantidad prejuicios que tenemos sobre ellas. Nos parecen rígidas, inmóviles, aburridas y comestibles. Sin embargo, no es así. Son grandes comunicadoras, lo cual conlleva, de forma sorprendente, a reconocer que son organismos sociales. Para ellas lo más importante es el grupo, y las diferentes formas que tienen de dispersar sus semillas lo usan para llegar a territorios remotos e inhóspitos. El caso más asombroso: Chernóbil, mundialmente conocido por el accidente nuclear del año 1986. Muchos lugares de la zona están cerrados para los seres humanos, y finalmente los han conquistado las plantas, de manera que hoy en día es uno de los territorios con mayor biodiversidad de la antigua Unión Soviética. Esto nos lleva a una pregunta inquietante: ¿es el ser humano peor que la radioactividad?

Las plantas son sésiles, es decir, arraigadas. Eso implica que aunque no pueden irse del lugar donde han nacido, pueden moverse a su gusto y placer. Los arraigos de las personas son, sobre todo, mentales. Surgen de la cultura, la educación y las vivencias. Y estos arraigos hacen de las fiestas veraniegas un momento especial para recordar  nuestra identidad y centrarnos un poco más en nuestra tierra, amigos y familiares.

Aprovechemos estos días para meditar cómo el pasado nos ha llevado a ser lo que somos, disfrutar del presente de forma responsable recordando que el futuro depende, entre otras cosas, de nos cuidamos y cómo cuidamos nuestro medio. Y eso comienza por nuestras plantas.