Dice el dicho popular que “muchas veces los árboles no nos dejan ver el bosque”. Es verdad. Estamos tan obcecados con lo que vemos delante de nuestras narices que nos cuesta comprender la perspectiva global de las cosas.
Sin embargo, mi dicho popular favorito es otro. “La cabra tira al monte”. Los seres humanos tendemos a hacer siempre lo mismo. Por mucho que alguien se empeñe en decir que va a cambiar, es muy difícil que lo haga. Sobreestimamos la capacidad de cambio de los demás (y la nuestra) y subestimamos….los efectos del cambio climático.
Volvamos al bosque. Jordi Soler, escritor mexicano, ha escrito un libro precioso: “mapa secreto del bosque”. Además de exponer ideas profundas sobre este mundo verde que en nuestra infancia alimentaba muchos de nuestros sueños y fantasías, la paz y tranquilidad que aporta la naturaleza nos permite ver la realidad de otra forma de manera que fluyen en nuestro interior, en marcado contraste, sentimientos de relajación e ideas nuevas. Por otro lado, el Shinrin Yoku es el arte japonés de los baños del bosque, los cuales son muy recomendados a nivel laboral para despejarse del estrés y volver a nuestras raíces. Hasta se propone abrazar a los árboles.
Recientes investigaciones avalan el denominado “lenguaje secreto de los árboles”, según el cual se pueden para información entre ellos, e incluso algunos expertos sugieren que se alertan entre ellos para afrontar peligros que ponen en peligro su existencia.
Ahora que por fin se nos permiten dar paseos y vemos a lo lejos los bosques, John Mir nos recuerda que “en la juventud eterna de la naturaleza, tú también puedes renovar la tuya. Ve a la naturaleza en silencio, nada te hará daño. Ir a las montañas es volver a casa”.
