Opinión

Amigos

Siempre se ha comentado que la felicidad tiene tres fuentes: la salud, el dinero y el amor. Sin embargo, todos los estudios infravaloraban un factor más importante que el dinero y el amor: la vida social. Los amigos. De hecho, muchos analistas han encontrado resultados sorprendentes. Vamos a conocerlos.

Robert Waldinger, profesor de Harvard, está dirigiendo un estudio sobre la felicidad que comenzó en el año 1938. Su resultado fundamental: “la longevidad está determinada por la gente con la que te relacionas”. Aunque ya se conocía que uno de los mejores formas de predecir los años que iba a vivir una persona es el número de amigos que tiene con 50 años, podemos indicar otros datos. Por ejemplo, vivir en solitario equivale a fumar diez cigarrillos al día. Por eso en algunos países ya se han creado “ministerios de la soledad”. Normal: la tercera parte de las personas se sienten solas. Algunos supermercados están valorando la necesidad de tener personas en las cajas que den conversación a sus clientes. Además de promover la amistad, Waldinger recomienda mantener la curiosidad. Y es que la sabiduría popular no siempre acierta: en realidad, la curiosidad no mató al gato. Lo curó.

Nos vamos ahora a Oxford, donde toca recopilar las ideas del profesor Robin Dunbar, conocido por su célebre regla de que sólo podemos mantener 150 amistades (definidas como “personas con las que conversas con total naturalidad si los ves en un aeropuerto”). Amigos, amigos. ¿Cómo definirlos? Eso es un concepto personal y cultural, pero si consideramos como íntimos a aquellos con los que podemos conversar de cualquier cosa en cualquier momento, con cuatro o cinco amigos íntimos las probabilidades de depresión se desploman. El dato curioso: la tercera parte de las visitas al médico se realizan para charlar. Fue famoso el caso de una mujer que puso su piso en venta (sin ninguna intención de hacerlo) ya que su propósito real era poder dialogar con alguien. Según el enfoque de Dunbar los siete pilares de la amistad son hablar el mismo idioma, nacer en el mismo entorno, tener estudios similares, aficiones e intereses comunes, compartir valores morales y políticos, reírse de lo mismo y curiosamente, que les guste la misma música.

¿Por qué la amistad es tan positiva? Cuando hablamos, cantamos, reímos, comemos o bebemos liberamos hormonas como la endorfina o la oxitocina, potenciando nuestro sistema inmunitario.

Entonces, ¿cómo fomentar la amistad? No es tan fácil. En un mundo en el que pasamos tres horas del día mirando el teléfono con estadísticas de consultas que no dejan de subir, lo adecuado es realizar actividades o crear lugares donde la gente pueda encontrarse. Cuando estamos en un mundo de algoritmos preparados para captar nuestra atención, es necesario realizar un gran esfuerzo para ello. No lo olvidemos: las adicciones no se curan con campañas informativas.

Menalco es el protagonista del libro “los caracteres” (siglo XVI), única obra del escritor La Bruyére. El filósofo Jorge Freire llama “menalquismo” a la tendencia que tenemos de posar la atención en todo estímulo que se nos presenta, ya que es lo que distingue a nuestro afamado protagonista: es incapaz de terminar de contar una historia o realizar una actividad concreta al no poder centrarse en lo que hace. Por algo John Tarrant, maestro zen, nos recuerda que “la atención es la forma más básica de amor”. 

Cada vez más autores están de acuerdo en que la atención será el nuevo coeficiente de inteligencia. Por eso investigadoras como Amishi P.Jha ya están siendo contratadas por los marines norteamericanos o deportistas de élite para poder centrarse en sus objetivos. Curioso el caso de Rodrigo Goes, delantero del Real Madrid: ha preferido contratar un experto en mantener la atención antes que a un psicólogo. ¿Paradigma de los nuevos tiempos? Esos que en este caso alcanzan ya la nutrición asociada….a los genes de cada persona. Es decir, a la carta. 

Para Amishi, los seres humanos tenemos un sesgo universal: la propensión a pensar en lo que pasará después y lo que ha pasado antes. Por otro lado, en culturas  individualistas se tiende a pensar que somos seres inmutables y estamos desvinculados de los demás. Eso implica que en muchas tareas realizadas con éxito sobrevaloremos nuestros actos sin tener en cuenta lo que nos han ayudado. En culturas colectivas como las africanas se lleva el Ubuntu: “yo soy porque nosotros somos”.

Otros autores recomiendan tener, además de primero amigos íntimos y después buenos amigos, amigos “medios”: aquellos a los que podemos acudir para una circunstancia concreta.

Existe también una razón estadística para tener amigos: las alegrías se multiplican, las penas se dividen.