Opinión

Agnotología

La agnotología estudia la duda o ignorancia inducida de diferentes formas. La idea original es de Robert Proctor, profesor de historia de la ciencia de la Universidad de Stanford, y su intención era “bautizar” un fenómeno que se daba en la publicación de artículos científicos.

El ejemplo de manual antiguo vendría dado por el caso del tabaco: está reconocida, incluso por la industria misma, la gran cantidad de trabas que se interponían en medios de comunicación o publicaciones científicas cuando había pruebas evidentes de que fumar era pésimo para la salud. Hoy en día la agnotología ha evolucionado. Sigue incrustada en el mundo de la alimentación: de la misma forma que el tabaco provocaba adicción, existen en los supermercados productos que hoy en día provocan adicción. Aunque todos los productos con azúcar se llevan la palma, la gama es muy variada. Aparece en el mundo sanitario: existe una gran cantidad de personas que está convencida de que todo el asunto del coronavirus es una patraña. Por supuesto, las medidas que podamos usar para combatir el problema siempre van a ser objeto de debate, y está bien que así sea. Más aún cuando es mucho más lo ignorado que lo conocido. No queda otro camino que aplicar el método científico: prueba y error. Pero ese método no gusta a los políticos. En este caso, cuesta mucho admitir la ignorancia y el desconocimiento. 

Es más, en muchos casos, sobre todo desde el nivel político más alto, es mejor divulgar la ignorancia. No sólo ocultando asuntos de corrupción (tenemos donde elegir). Eso es triste y normal. El objeto es más sencillo….se trata de crear debates falsos que no llevan a nada y permiten seguir viviendo del cuento. 

Los ejemplos son abundantes y variados: nacionalismos, amarillismo, remover el pasado y promover el enfrentamiento entre buenos y  malos son los temas más socorridos.

“La ignorancia es poder…y la agnotología es la creación deliberada de ignorancia”.

¿Qué es peor la ignorancia o la indiferencia?