Opinión

Las Comarcas del Moncayo

Región escasamente poblada 2016
photo_camera En rojo, áereas de España escasamente pobladas 2016

“La muerte por despoblación (Demotanasia) es una muerte silenciosa y dulce”. Así lo describía hace unos días Pilar Burillo, de Serranía Celtibérica, un problema político, minimizado por los políticos y que ya estamos sufriendo aquí mismo, en el Moncayo, en las Comarcas de Tarazona y de Ágreda-Ólvega. Un panorama que empeora aún más en la primera, donde todos sus municipios han perdido alrededor del 40% de población (de media) desde el año 1950.

Delimitaciones como provincia y Comunidad Autónoma no sirven, ya que, por ejemplo, la tendencia en el Valle del Queiles parece radicar en la lucha por el control del agua y la despoblación de su cabecera
y tramo medio.

Se hace necesario crear nuevos nichos de empleo, aumentando sus servicios y ofreciendo ventajas fiscales, trabajar de manera conjunta y superando los límites autonómicos. Pero de verdad.

Da la sensación de que cuando los políticos comienzan a liderar cualquier movimiento, el movimiento cesa.

Hace falta trabajo, servicios, infraestructuras... Racionalizar el uso del agua. No para macroproyectos de parcelaciones y regadíos, los pueblos del vecino Soria se han despoblado también con las concentraciones hechas. Y también gestionar correctamente el dinero existente, pero, sobre todo, ¡no matar
a los mensajeros!