Primero “buenos días o buenas tardes” y segundo “que pases un buen día”. De esta manera empiezo mis clases. Soy profesora de religión hace 21 años.
La mejor manera de comenzar la clase es deseando un buen día. Yo, lo hago. Es una inyección de esfuerzo y hacer las cosas bien. ¿Por qué? Porque somos personas con unos valores, con una historia, con unas experiencias cristianas.
Como no tengo cruces en el aula, las dibujo adornándolas según los talleres de esa quincena. La vendimia, la señora Cruz lleva un racimo de uva. En el invierno, le ponemos una bufanda. De las razas la pintamos de otro color. De otras religiones, le ponemos sus símbolos. Y así, voy enseñando los valores, la cultura, la tolerancia.
Personas. Formamos a los alumnos para ser individuos que toleran, que piensan libremente, que aprenden a leer, a escribir, admirar el arte, la historia, la geografía, las diferentes culturas. En cursos superiores, hablamos del valor de la vida, del respeto, de la conciencia, de la lucha por conseguir sus ideales. Tenemos un currículo que seguimos, unas programaciones, material actualizado diariamente. Vamos a las reuniones de ciclo, hacemos los cursos de formación obligatorios, estamos en el claustro. Somos profesores igual que el resto. Ahora, nuestra asignatura está en la radio, televisión, periódicos… Como trabajadores nos crea incertidumbre y dudas.
"Formamos para ser individuos que toleran... Tengo que ser ejemplo para mis alumnos"
El cimiento nos lo puso, Jesús, pintado por Gauguin o por Dalí, sus enseñanzas aparecen también en El Quijote y su ejemplo es seguido por Manos Unidas, Cáritas o Médicos Mundi. Tenía muchos seguidores, ahora también, lo son libremente.
Nuestra clase no es rezar. Lo haremos por Haití, Nepal, por la enfermedad de un compañero o la muerte de algún familiar o por ti, que estás en paro. Entonces Sí rezamos.. ¿Está mal?
Usamos las nuevas tecnologías, el blog, las canciones de Los Secretos, Laura Pausini, Dani Martín, Maná, para conocer las enseñanzas de la vida.
Jesús diría “Gracias por elegirme”, pero no entendería el por qué, estamos en la boca de la política cuando no se le obliga a nadie. Cada uno es libre de elegir lo que quiere creer, lo que quiere estudiar, lo que quiere vivir…
Me encuentro en una situación de tristeza pero con fuerza, cansada de escuchar opiniones sin conocer, me duele, pero continuaré porque enseño y tengo que ser ejemplo para mis alumnos de religión.
Inmaculada Blanco Blázquez
Profesora
