A pesar de las dudas y reticencias que puedan surgir en los padres y las madres, la vuelta al colegio supone para los niños y las niñas el retorno a la nueva normalidad que esta pandemia nos exige vivir.
El centro escolar es un entorno privilegiado donde los y las menores de todos los niveles educativos han de desarrollarse hasta completar su formación, y se convierte por tanto en el mejor lugar para que éstos aprendan a relacionarse con las necesarias medidas de prevención.
Los niños y adolescentes forman parte de la sociedad y, si queremos que en un futuro sean parte activa de la misma, debemos hacerles partícipes de ella. Si el miedo nos lleva a recluirles, no les vamos a enseñar a socializar ni tampoco a relacionarse con prudencia.
Una de las claves para la tranquilidad de las familias durante esta nueva situación será huir de los bulos e informaciones falsas; se ha de contrastar siempre la información que recibimos, dando sólo credibilidad a las noticias aportadas por las autoridades, y sobre todo no anticipando el mensaje final.
Será importante que tanto familias como profesores y profesoras remen en la misma dirección, aportando información clara y concisa a nuestros menores. La tranquilidad de los adultos será sin duda percibida por ellos y ellas consiguiendo así una incorporación a los centros escolares segura y sosegada, y una rutina familiar estable y positiva.
En definitiva, tanto los y las menores como sus responsables deben recuperar su estado natural, tratándose de acudir a las aulas o a sus puestos de trabajo indistintamente. Debemos ser resilientes y no permitir que el virus nos gane la partida, trabajando juntos por uno de los pilares fundamentales de la sociedad: la educación.
Íñigo Ibáñez Ventura
Psicólogo infantil-adultos
Colegiado nº 01723
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