Opinión

Toca esperar

Un año después del impacto sanitario, económico y emocional que ha supuesto la pandemia COVID en 2020, este julio de 2021 seguimos adaptando nuestro día a día al difícil equilibrio entre la precaución que proteja nuestra salud, y nuestras ganas de volver a la ansiada normalidad.

De nuevo hemos tenido que suspender las fiestas patronales en todos los municipios y ciudades. Aunque hemos avanzado muchísimo en la vacunación de la mayoría de la población, y felicitamos a la Sanidad Pública por ello, aún son incompatibles las aglomeraciones y celebraciones que conllevan los festejos multitudinarios. Demasiadas personas hemos perdido ya, y muchas aún sufren las secuelas. No hay más que ver que en cuanto relajamos las normas aconsejadas por sanidad, los contagios se disparan y es difícil evaluar aún el efecto del virus en nuestra salud a pesar de las vacunas. Así que nos toca esperar un poco más para poder recuperar las fiestas tal y como las conocemos.

Mientras, todos los municipios han organizado actividades de ocio y cultura adaptadas a la normativa. De esta forma, todos y todas podemos disfrutar de momentos de evasión y diversión, y tanto la industria cultural, como los más modestos artistas, salen del parón casi total que han sufrido este pasado año.

Colectivos como la hostelería han ido adaptándose de una manera más asociada, y han conseguido ampliar su sitio de una forma muy desigual, ya que no todos cuentan con las mismas posibilidades, por lo que en ocasiones han ocupado espacio público con una tendencia preocupante. De ahí que digamos que hay que buscar un equilibrio entre el ocio y el negocio, sin poner en riesgo la salud ni el espacio común.

En nuestra opinión, no se trata de “luchar por Tudela” ni de “resistir” como si fuésemos los únicos afectados por la pandemia. Esta crisis debe unirnos y hacernos reflexionar por solidaridad con el resto de sectores afectados, económica y sanitariamente.

Así que esta última semana de julio, tan emblemática para toda Tudela, deberemos adaptar nuestras ganas de compartir alegrías, con la distancia y responsabilidad que garantizan que, poco a poco, vayamos saliendo de esta situación.

¡Ya queda menos para las fiestas del 2022!