Opinión

Carta a Don Enrique Martín Monreal, GRACIAS

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Como tú mismo has dicho muchas veces en esto del fútbol todo tiene un principio y un final. "Esto es un viaje, un recorrido que hay que disfrutarlo y luego ya se verá". Nos has inculcado con ese coaching que tantas viñetas le has regalado al amigo Oroz que aquí estamos para disfrutar y que cuando uno se va, otro vendrá, que esto no para. Nos has ido preparando tantas y tantas veces para este momento, que aún así no puedo sino entristecerme por tu obligado adiós.

Has resurgido al Osasunismo. Tú, con tu propia esencia, en la peor etapa de la historia de este club, cogiste sus cenizas, las metiste en tu marmita e hiciste brujería. Tú nos devolviste la ilusión. Tú nos volviste a recordar qué es Osasuna y de repente volvió a renacer por todo Navarra ese sentimiento rojillo que durante una buena etapa se había ido evaporando.

Lo que viví en Sabadell se lo contaré a mis nietos y todavía se me saltarán las lágrimas. Lo que viví allí, lo que vivimos allí, ha sido una de las mayores alegrías de mi vida y fue fruto de tu cabezonería, que de eso no te falta nada. El año pasado nos metiste "esa historia" que decías tú de a disfrutar y a ver qué pasa... ¡Y ojo lo que pasaba! Nosotros en la grada debatiendo si defensa de 4 o de 5 y tú disfrutando desde la banda como un niño. Como los niños que has ido sacando al terreno de juego y que has ido convirtiendo en verdaderos hombres. Los Unai, David, Mikel, Álex, Miguel, Antonio, Aitor... Recuperaste al mejor Rober y con él, nos llevaste a la gloria. Muchos no sabrán nunca lo que es un ascenso, pero tú nos regalaste uno. Tú y tu cabezonería de confiar en gente como Kodro cuando pocos dábamos un duro por él. Tú nos enseñaste que muchas veces hay cosas más allá de lo que nosotros imaginamos o creemos. Yo me consideraba un soñador, pero tú me enseñaste que no tenía ni idea.

Hoy es un día triste Enrique, hoy ha sido una noche de muchas vueltas porque lo que me has hecho vivir durante estos dos años ha sido espectacular. Por ti y por el resto del equipo he disfrutado cogiendo el coche o el autobús para recorrer diferentes ciudades, y daba igual la distancia que hubiera. Me has regalado grandes triunfos, grandes momentos, pero sobre todo me has regalado que hoy más que nunca sepa lo que es ser de Osasuna. Y por ti Enrique, por gente como tú, volveré cada partido a El Sadar a dejarme la voz y agitaré mi bufanda para que chavales de nuestra tierra sigan llevando con orgullo nuestro escudo, el de Osasuna.

Gracias Enrique Martín, gracias de todo corazón de un rojillo de Corella.

Iker Sesma López

Redactor de Plaza Nueva

PD: En este post no perderé ni un segundo en decir lo que pienso de quienes lo han despedido, todo el protagonismo se lo merece Martín.