Una vez más, como casi todos los años por estas fechas nos lamentamos de lo rápido que ha pasado el año, parece que fue ayer cuando empezábamos este 2021 que todos teníamos la esperanza que fuera mejor que el aciago 2020.
Al poco de empezar el año, ya nos empezó a mostrar los colmillos y si el año pasado fue el año de la pandemia, este 2021 ha supuesto el año de la crisis de los microchips, de los parones de la industria del autómovil, de la escasez de las materias primas, del encarecimiento de la electricidad y de los combustibles, todo esto se ha traducido en una inflación disparada como no recordábamos.
Este 2021 lo recordaremos por ser un año en el que nos hemos esforzado como nunca para poder sobrevivir y habrá empresas que lo consigan y otras que se quedarán por el camino. Mi más hondo reconocimiento a todos aquellos empresarios, autónomos o comerciantes que han peleado y siguen peleando cada día por sacar su proyecto empresarial adelante.
Pero si algo hay característico de estas fechas; es que destacan por ser una época de ilusión y de soñar, volver a ser niños y escribir nuestra carta a los Reyes Magos, Papá Noel o a todos juntos para pedirles por recuperar la normalidad que nos robó el 2020 y recuperar también la estabilidad y regularidad que el 2021 nos ha quitado.
Ojala que el 2022 sea por fin el año del inicio de la recuperación que nos permita volver a disfrutar de la vida al 100% y centrarnos en proyectos ilusionantes de crecimiento y creación de puestos de trabajo.
