Opinión

La noche oscura

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No es fácil escribir con alegría para referirse a las navidades de este año. El horizonte no termina de escampar y las prometidas lluvias de una economía mejor no riegan los tejados de los hogares más necesitados.

Las navidades, como las fiestas patronales, los puentes festivos o la semana santa, se han convertido en fechas de ocio y empacho para potentados y burgueses. Los pobres, en cambio, pechan con las cadenas de sus necesidades que les impiden moverse y calmar su hambre. Cadenas tan pesadas que asfixian hasta sus ganas de quejarse. Son los tiempos modernos, tan parecidos a los de otras épocas, pero más agravados por la penuria. El año 2015 se aproxima, pero no parece que las alforjas que acarrea vengan provistas de trabajo para jóvenes y parados. Nuestro gran problema se llama desempleo y no parece que tenga solución inmediata. ¿Hará falta un milagro? ¿Un mesías redentor? ¿Un niño naciendo en un portal de padres humildes? Al menos, esperemos que, en esta noche oscura y fría, las personas de buena voluntad no olviden cantar esos hermosos villancicos de solidaridad y de justicia con los que la vida de los demás puede continuar. Feliz Navidad.

Francisco  Javier Enériz Olaechea

Defensor del Pueblo Navarro