140 Km de una central nuclear que está en parada y que se quiere reabrir, que ha tenido numerosos contratiempos y que tanto su vigilancia como su vasija están en entredicho. Una central del mismo modelo que la de Fukushima (Japón) que contaminó aguas del atlántico llegando incluso a las costas de Alaska, Canadá, Estados Unidos y México. ¿Ya no nos acordamos de la ciudad Ucraniana de Chernóbil que su nube radioactiva llego hasta el norte de Italia?
En estos momentos tenemos dos centrales térmicas de Castejón paradas, los aerogeneradores funcionando bajo mínimos y nos sobra energía para exportar a Francia, Portugal o Marruecos. ¿Qué puertas están girando para que el Partido Popular vote a favor para la reapertura de Garoña?
Con sólo un pequeño seísmo en el embalse del Ebro en Cantabria, un millón de personas que vivimos a orillas del Ebro con las casi 100.000 hectáreas podrían irse al garete. Se podría producir una catástrofe irreparable incluso estando la central de Garoña en parada.
Los 140 Km que separan Garoña de Tudela no son nada, estamos hablando de algo muy serio y que puede perjudicar a todo nuestro entorno y a futuras generaciones.
Miranda de Ebro, Logroño, Tudela, Zaragoza, Tortosa y muchos otros pueblos están tomando iniciativas para el desmantelamiento de Garoña. ¿Somos conscientes de este peligro?
Queremos que nuestros pueblos y ciudades estén en contra de la reapertura de Garoña, queremos nuestro Ebro limpio y no nuclear y que así lo queremos para las generaciones venideras y para todos los seres vivos que lo pueblan.
