La soñada carretera que algún día unirá Tudela con Soria, lejos de avanzar, se encuentra olvidada por todos los gobiernos. Ni Castilla-León, ni Aragón ni Navarra ni el Estado central parecen estar interesados en resolver la carencia que supone incomunicar el norte con el centro y, lejos de avanzar, el tiempo pasa inerte para esta infraestructura soñada, camino de Medinaceli y Madrid, que sigue durmiendo el sueño de los justos y que está rejuveneciendo “la obra del Pilar”.
Gurelur ha denunciado que el Estudio de Impacto Ambiental que se realizó en 2007 para realizar esta obra y todo el proyecto de esta abandonada autovía arrastra una serie de carencias, faltas de criterio y concreciones inmensas que aturden aún más la ausencia de interés político por realizar esta unión natural de carreteras y caminos.
A la ausencia de criterio medioambiental acerca de por dónde y cómo conectar Ágreda con Tudela, se suma la inacción y falta de interés total de todos los interlocutores políticos y gubernamentales, con lo que la infraestructura se va olvidando en Fomento, donde no se apuesta ni por su ejecución ni por aportar financiación, ni por apostar por esta vía que también debería conectar Soria con Zaragoza, mediante una Autovía que llegara de Soria a la capital aragonesa vía Ágreda, Tarazona y Borja.
Es el sino de este país en el que el postureo supera las necesidades y la incompetencia camufla las carencias de todos los interlocutores autonómicos, centrales y locales, a la hora de tomar una decisión, elegir un camino y hacer avanzar el proyecto, o al menos que quede claro que se está interesado en avanzar y hacer este trabajo que mejora socialmente nuestra Comarca sin dilación.
Es necesario que, de una vez, se valore el trazado a elegir y se apueste por un camino a desarrollar con todas las bendiciones económicas, prácticas y medioambientales. El futuro de poblaciones como Valverde, que dependen de la actual carretera para sobrevivir, necesitan de que se sepa resolver esta útil vía.
