Ahora aquí, ahora allá. Al final parece que la decisión está tomada de forma definitiva: será el 15 de julio cuando la imagen de Santa Ana regrese a la catedral, para quedarse en su casa de forma permanente (o eso esperamos, al menos), y que los tudelanos puedan rezar a la patrona “in situ” durante sus fiestas. Esa era la aspiración del Cabildo, con el Deán, Jesús Zardoya, a la cabeza, quien, no obstante, en las negociaciones con el consejero de Cultura del Ejecutivo foral, no ha logrado concretar todavía si la misa diaria en honor a la santa se podrá celebrar en la seo, al tiempo que en este monumento se exhibe la exposición “Tudela: el legado de una catedral”. Ese es el deseo del clero, y que también se puedan seguir celebrando bodas en el templo, eso sí, en la capilla de Santa Ana. La última palabra la tiene el Gobierno de Navarra, que no debe hacer caso omiso de los anhelos de los tudelanos.
