Opinión

Los Presupuestos y los dos tipos de Oposición

Teniendo UPN mayoría absoluta en Tudela, es lógico que gobierne en solitario. Pero, consecuentemente, todos los errores de la gestión municipal, que están siendo muchos, son de su exclusiva responsabilidad. Desde el PSN, como grupo mayoritario de la oposición, tenemos la obligación de señalarlos y criticarlos públicamente. Eso es lo que llevamos haciendo hasta ahora y lo que seguiremos haciendo el resto de la legislatura. Es conocida nuestra crítica a la gestión de la pavimentación de la Plaza Nueva y calles adyacentes, al proyecto de la Eco-city, a la anulación en 2008 de los presupuestos participativos, a la gestión de la piscinas cubiertas y descubiertas, del parque de la Champiñonera, del equipamiento del Gaztambide, a la falta de plazas escolares, a la ausencia de política industrial y comercial, a la pobreza de la página web municipal... incluida nuestra reiterada denuncia del anticuado sistema de organización y gestión municipal.

Es evidente que a la oposición le corresponde esta labor crítica que, por supuesto, seguiremos haciendo. Ahora bien, una vez denunciados los hechos ¿qué debemos hacer con los problemas de los ciudadanos? ¿Decirles que deben esperar a la siguiente legislatura, a ver si para entonces gobernamos nosotros? La postura del PSN es muy clara: siempre acompañamos la crítica con propuestas de solución, y propuestas viables, con el fin de que puedan llevarse a cabo cuanto antes, si hay voluntad política. En casi todos los casos, UPN ha venido rechazando nuestras propuestas. Sin embargo, con motivo de los Presupuestos de 2009 nos ofreció la posibilidad de negociarlos y, después de dos meses, ha acabado aceptando bastantes enmiendas que antes nos había rechazado.

A cambio de poder ayudar a los tudelanos y tudelanas, muchos de los cuáles van a pasarlo mal en este año 2009, hemos decidido apoyar los Presupuestos municipales, aunque no compartamos algunas de sus partidas. NaBai no quiso negociar. Tenía claro que, se incluyeran unas partidas u otras, no iba a apoyarlos. Nosotros preferimos que Tudela cuente con estos Presupuestos, mejorados por el PSN, que los que tendría si sólo fuesen de UPN. Parece que otros preferirían que se aprobasen los de UPN, aunque fuesen peores para los intereses ciudadanos. Con nuestra aprobación, el PSN consigue dotación presupuestaria para proporcionar comida a los más necesitados, aumentar la subvención a las entidades sociales, ampliar la atención domiciliaria (SAD) los fines de semana, aumentar el horario de una escuela infantil, poner transporte urbano por las tardes, mejorar la limpieza y promover un pacto por el civismo, impulsar el plan de juventud y fomentar la lectura, activar la política industrial y de comercio, contratar un técnico de medio ambiente, poner en marcha el Teatro Gaztambide y equiparlo para cine, ampliar el colegio Elvira España, proyectar la rehabilitación de la Casa del Reloj, de la Iglesia de San Nicolás y de un centro cívico en Griseras, etc. Sin nuestro apoyo, casi nada de eso se hubiera presupuestado.

Si apoyamos los presupuestos es porque, aceptadas nuestras enmiendas, les encontramos más aspectos positivos que negativos, y se votan en conjunto, no partida a partida. Por eso, aprobar los Presupuestos no significa que estemos de acuerdo con todo su contenido, ni que no podamos criticar su gestión. Argumentar lo contrario es tan simple como falaz. Si ese argumento fuese válido, también lo sería afirmar que los que votan en contra rechazan todo lo que incluye el presupuesto: el 1% para cooperación al desarrollo, 50.000 euros para comida, que haya autobús por la tarde, que se fomente la lectura, que se pague a los funcionarios, etc.