Sigue y sigue el Gobierno de Navarra intentando poner orden. La pendiente Ley de Policías hace saltar chispas sindicales y el postureo se impone a la razón y al sentido común, tan necesario y tan olvidado siempre en la administración pública.
Es una buena ocasión y mejor momento para hacer las cosas bien, más allá de airear que Policía Foral y otros profesionales públicos trabajan “2,8 días de media a la semana”. ¿Serán serios, se pensará en las necesidades reales más allá de intereses propios? Así sea, por el bien de todos.
