La Política Agraria Comunitaria (PAC) es la principal y más europea de las políticas de la UE tanto desde el punto de vista del gasto –consume el 44% del Presupuesto Comunitario (2009)- como por la influencia que ejerce sobre la producción agraria y el comercio alimentario.
La PAC regula y equilibra los mercados de alimentos de la Unión. Paga rentas a agricultores y ganaderos e, incluso, los consumidores, es decir, todos nosotros nos beneficiamos de ella al poder disponer de alimentos seguros, sanos y baratos.
Sólo basta saber que en Navarra todos los años nos llegan de la Unión Europea 131 millones de euros para pagar los dos principales pilares en los que se asienta la PAC como son por una parte la regulación de mercados (115 millones de euros) y en segundo lugar el Desarrollo Rural (16 millones). Nuestro país recibe por estos mismos conceptos la no desdeñable cantidad de más de siete mil millones de euros anuales.
Son cifras importantes que suponen el 27% de las rentas del sector agrario navarro, porcentaje muy similar al del resto de España.
Desde el año 1.992 la orientación de la PAC ha pretendido cambiarel modelo agrario europeo –en el que se encuentra el navarro- y se encamina, aceleradamente, a liberalizar más la producción y a intervenir menos en los mercados.
Las Reformas de la PAC han sido frecuentes y lo han hecho en los años 2000, 2003 y 2006.
En la actualidad la UE está iniciando un nuevo diseño de la futura PAC y paralelamente pretende reorientar el gasto comunitario. Todo ello en un escenario de crisis económica.
Los próximos meses serán importantes al producirse dos hechos trascendentales que deberán ser seguidos por todos los actores políticos de nuestro país ya que influirán, sin lugar a dudas, en todo nuestro entramado agro-industrial. Por un lado se aprobará la reforma de la actual PAC para el horizonte 20013-20 y, por otra, se iniciará
la negociación y posterior aprobación de las Perspectivas Financieras (techos máximos de gasto para los presupuestos de la UE) para el mismo periodo.
La Reforma de la PAC se orientara más al mercado y a la competitividad en un escenario de crisis agraria y debiendo superar unos instrumentos y medidas que no han funcionado en el pasado y que han llevado al sector al borde de la ruina.
A nuestro Gobierno se le plantea el reto de negociar lo mejor para nuestro país tanto para la futura PAC como en el reparto de fondos. Desde los parlamentos nacionales y europeos intentaremos influenciar y realizaremos un seguimiento de la negociación con el objetivo final de obtener los mejores resultados y que el sector agrario tenga un futuro mejor.
